Introducción
Los abejorros son unos insectos de la familia de las abejas (Apidae), que presentan algunas diferencias en comparación con éstas. Sin embargo, ofrecen una serie de cualidades extraordinarias de cara a la polinización de las plantas cultivadas, lo que repercute en una mejora de la producción final, tanto en cantidad como en calidad de los frutos. Por tanto, su uso se va extendiendo cada vez más en los diferentes tipos de cultivos, desde las hortalizas hasta los frutales, pasando por las mismas berries.
Descripción de los abejorros
Los abejorros son insectos polinizadores, es decir, transportan el polen de unas flores a otras, realizando el proceso de la polinización de las plantas. Pertenecen al grupo de los himenópteros apócritos de la familia Apidae, igual que las abejas (Apis melifera). Presentan un cuerpo de color negro con franjas amarillas y blancas, en el que se puede apreciar el tórax y el abdomen. El vello que tienen en el cuerpo le permite protegerse de las altas temperaturas.
La cabeza es pequeña y algo estrecha, donde se ubican dos tipos de ojos, uno compuesto y el otro los ocelos, además de unos pequeños cuernos en la cabeza que les sirven para rascar la miel. En sus patas presentan pelos esponjosos con los que recogen el polen.
Además, poseen un aguijón, el cual permanece siempre oculto en la parte interna de la última sección abdominal. Hay que destacar que el macho no puede picar, pero la hembra sí, y lo puede hacer más de una vez. Al contrario de lo que ocurre con las abejas, los abejorros pueden picar al ser humano y continuar vivos.
En cuanto a la capacidad de controlar la temperatura corporal, ésta se produce porque puede desprender los músculos que les permiten mover las alas. Su temperatura oscila entre 34 y 38 ° C. Es preciso destacar que cuando se encuentran regulando su temperatura, permanecen inmóviles durante un cierto tiempo, lo que es confundido con el hecho de creer que están agonizando.
La alimentación de estos insectos se fundamenta en el polen y el néctar que obtienen de las flores. No almacenan los alimentos que producen (la miel o la jalea) para la época de invierno. El poco alimento que almacenan es para las larvas y la reina, que son necesarios en los días fríos y lluviosos. Lo mismo que sucede con las abejas, el adulto recolecta el polen para poder alimentar a sus crías y con el néctar se alimentan las obreras.
Finalmente, se exponen algunos datos curiosos para conocer mejor la enorme capacidad de trabajo de los abejorros:
- Son una especie muy trabajadora, ya que inician su actividad antes de la salida del sol, continuando hasta el anochecer.
- Trabajan incluso cuando las condiciones climáticas les son desfavorables, al tener la capacidad de regular de forma óptima su temperatura corporal.
- Están considerados los primeros polinizadores, al iniciar su tarea muy pronto después de su etapa de hibernación.
Existen distintas especies de abejorros, siendo las más comunes Bombus terrestris (abejorro común), Bombus canariensis (abejorro canario) y Bombus terrestris audax (amplia distribución). Otras especies a destacar son Bombus pauloensis (abejorro negro), Xylocopa violacea (abejorro carpintero), Bombus confusus (abejorro confuso) y Bombus subterraneus (abejorro de pelo corto).
Uso de estos polinizadores en los cultivos
El uso más extendido y conocido de estos insectos polinizadores ha sido sobre el cultivo de tomate, especialmente bajo estructuras como son los invernaderos. Sin embargo, su aplicación se ha ampliado, tanto a cultivos al aire libre como a otras especies diferentes de las hortalizas. En este sentido, la polinización de los cultivos al aire libre, como árboles frutales y berries, entre las que se encuentran los arándanos, suponen un desafío por diversos motivos (Kavouras, 2023; Spiros, 2023), algunos de los cuales se citan a continuación:
- Condiciones climáticas adversas. Éstas pueden influir notablemente en los niveles de polinización, ya que un clima lluvioso, nublado y/o el viento son factores que van dificultar el vuelo de los abejorros, afectando a su misión de polinizar las flores.
- Duración de los periodos de floración. Pueden ser cortos en algunos cultivos, solamente 3 o 4 semanas, reduciéndose aún más si se considera el tiempo en que las flores son receptivas para la polinización, siendo muy importante contar con un número suficiente de polinizadores para realizar su labor correctamente.
- Competencia debido a otras fuentes de polen. En condiciones de campo abierto puede ocurrir en los cultivos cercanos o en las malas hierbas, cuyas flores les resulten más atractivas y apetecibles. Algunos polinizadores priorizan las flores que producen néctar, lo que significa que visitarán menos las de ciertos cultivos.
- Complicación de la polinización cruzada. La mayoría de los frutales más populares, como manzanos, perales, almendros, cerezos, albaricoques o melocotones, requieren polinización cruzada. En estos casos, para que se realice un cuajado eficiente, es necesaria la transferencia de polen de otras variedades, lo que supone una cierta dificultad para estos polinizadores, influyendo así en la producción.
- Escasez de polinizadores en cultivos de floración temprana. En estas plantaciones, como es el caso de almendros, manzanos y perales, los polinizadores naturales pueden faltar, provocando niveles de polinización muy bajos, aunque dicha escasez también puede deberse a la influencia de los plaguicidas, la acción de sus depredadores o la pérdida de sus hábitats naturales, entre otros.
No obstante, y a pesar de los posibles inconvenientes que pudieran acontecer, el uso de abejorros en los cultivos es siempre una magnífica opción, ya que suponen varios beneficios al agricultor, entre los que se pueden destacar un cuajado natural de los frutos, ausencia de residuos procedentes de productos fitorreguladores y mayores rendimientos en los cultivos.
Beneficios que aportan al cultivo de arándano
Antes de exponer los posibles beneficios que se pueden obtener en el cultivo de arándano mediante el empleo de abejorros para la polinización de ésta y otros frutos del bosque, es importante destacar la gran eficacia que muestran estos insectos en su labor polinizadora.
Los abejorros son polinizadores muy eficientes, ya que son menos sensibles que, por ejemplo, las abejas, a unas condiciones climáticas adversas, manteniendo el vuelo a temperaturas muy por debajo de los 15 ° C, valor mínimo establecido para las abejas. Asimismo, su jornada laboral es bastante extensa, desde la salida hasta la puesta del sol, recorriendo grandes distancias.
Estos insectos disponen de un medio muy efectivo para recolectar polen, denominado “polinización por zumbido”, que se basa en el rápido movimiento vibratorio de sus músculos alares a una frecuencia superior a 200 Hz. Esta vibración hace que se libere una gran cantidad de polen que impregna el robusto cuerpo velloso del abejorro, el cual mantiene un contacto más directo con las flores.
De este modo, por sus grandes cualidades, como resistencia e hiperactividad, el uso de abejorros en el cultivo de arándano puede suponer las siguientes ventajas, según Harvey (2024):
- Mayor producción, debido al incremento en el número de frutos cuajados, así como al aumento de su tamaño y peso, lo que va a derivar en una cosecha superior.
- Mejor calidad de los frutos, que mostrarán mayores cualidades en su aspecto y menos defectos, a la vez que un calibre mayor y más homogéneo entre los arándanos.
- Recolección más uniforme, lo que va a favorecer el periodo de cosecha, ayudando a reducir los costes de dicho proceso.
- Más trabajo en menos tiempo, en comparación con otros polinizadores, ya que invierten menos tiempo por flor, además de trabajar más horas. Igualmente, con una comunicación más limitada que las abejas, es menos probable que migren a otros cultivos más atractivos, prefiriendo buscar polen en el que se encuentran.
- Estimulan la tasa de polinización cruzada, ya que visitan todas las flores del cultivo principal, desplazándose entre las hileras de plantas de una forma más aleatoria que las abejas, además de que pueden volar distancias más largas. En el caso de los arándanos, gracias a la polinización cruzada, producen frutos más grandes, con una maduración más uniforme. Los frutos de mata alta se autopolinizan, aunque son más pequeños y maduran más lentamente.
- Adaptación a las flores del arándano, cuyas corolas estrechas con el estigma muy por debajo de las anteras dificulta la polinización por viento. Sin embargo, los abejorros, con su polinización por zumbido, resultan ideales para los pesados y pegajosos granos de polen de estas flores, consiguiendo un buen cuaje.
- Mejor conservación de la fruta, demostrada por la investigación, no solamente en arándanos, también en fresas y otros frutos, favoreciendo aspectos como textura, firmeza, color, relación azúcares/acidez y consistencia.
Por tanto, el empleo de estos polinizadores está aumentando cada vez más entre los diferentes tipos de cultivos por la facilidad que presenta su uso y por las ventajas que ofrece a los productores, ayudando a conseguir mejores rendimientos en las cosechas con frutos de mayor calidad y conservación.
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