Abejorros «made in» Querétaro, aliados de la agricultura

La agricultura avanza hacia procesos cada día más sustentables, al desarrollo de cultivos orgánicos, donde el abejorro es un aliado que en México ha permitido la concientización de los productores y el crecimiento de una industria a un ritmo de dos dígitos.

La utilización de estos insectos como polinizadores, principalmente en cultivos protegidos –invernaderos, mallas y túneles-, es una opción que también permite lograr una mayor calidad en los productos –hortalizas y frutos-.

Koppert México se dedica a la producción de abejorros, así como de otros agentes naturales de control biológico para la agricultura.
“Una flor que es polinizada en el momento preciso va a producir un fruto de mayor calidad”, aseguró Rigoberto Bueno Partida, director general de Koppert México.

Expuso que los abejorros se ocupan principalmente en cultivos que no producen néctar o cultivos que necesitan polinización por zumbido. El abejorro huele el momento en que el polen está viable, va a la flor, la vibra a una frecuencia muy alta y se lleva ese polen, así de una flor a otra llevando a cabo el proceso de polinización.

Así es como se puede obtener un “súper producto”, aseveró Bueno, un fruto de mayor calidad, más perfecto.

Koppert México es subsidiaria de la empresa de origen holandés Koppert Biological Systems, dedicada al desarrollo y producción de sistemas biológicos de protección de cultivos y polinización.
Desde hace 20 años opera en el país, y en su planta de Querétaro, inaugurada en 2010, cuenta con distintas líneas de producción, como son: polinizadores –abejorros- y agentes de control biológico para cultivos –bacterias, virus, insectos, hongos-. La firma holandesa también produce fertilizantes orgánicos por medio de su línea Ekofertix.

“El abejorro nos ha abierto la puerta para que se produzca de una forma más sustentable, porque es tanto el valor que éste añade al cultivo, que el productor sí se preocupa por no matarlos, ahí se preocupan por tener fertilizantes más sanos”, destacó el directivo.

—¿Qué ha llevado al avance en la producción sustentable de los alimentos?

—Antes, nuestros atributos de calidad eran que estuviera el producto bonito, que tuviera buen color; luego fue el color, la forma y el sabor; y ahora se considera el color, la forma, sabor y el contenido nutricional.
Y hacia futuro, habría que añadir la seguridad, que el alimento sea seguro, que no tenga bacterias como la salmonela o el E. coli, pero que tampoco tenga residuos de fertilizantes.

La industria crece gracias a que el consumidor final está cada vez más informado. Koppert ha logrado reportar crecimientos de aproximadamente 20 por ciento anual, en la última década a nivel global. Y aumentar su participación de mercado.

“Hace 20 años no era así, tenía que convencer a los productores (de los beneficios y ventajas de la polinización por abejorros), hacer una labor, y cuando lo ves ahora es impresionante”, aseveró Bueno.

Los abejorros se utilizan principalmente en cultivos de jitomate, arándanos, frambuesas, fresas –berries- , aunque también se pueden considerar en cultivos de melón, aguacate, entre otros.

—Cuántos abejorros se necesitan para un cultivo?

—Depende del producto y del ciclo. Puede ir de diez colmenas por hectárea en un ciclo corto de tomate saladet (por ejemplo), hasta 50 colmenas en tomate cherrie porque tiene más flor.

Cada colmena de Koppert trae alrededor de 100 abejorros y una reina, aunque se llegan a producir hasta 300 ejemplares. Estos se pueden utilizar tanto para cultivos de invernadero como a campo abierto, aunque la mayoría es en cultivos protegidos porque en el campo los matan los fertilizantes.

APUESTA POR LA INVESTIGACIÓN
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Como parte de su filosofía, Koppert participa en proyectos de investigación y desarrollo en el país.

En Querétaro forma parte del Centro de Investigación y Capacitación Koppert-Rapel (CEICKOR), además de tener convenios de colaboración con diversas instituciones académicas en el estado.

Además, en 2016, la compañía inició la operación del Koppert Development Institute Berries (KDI) en Michoacán.

“Nosotros vendemos conocimiento, por eso el modelo de negocio que tenemos, de no tener distribuidores, está enfocado a eso, a dar una muy buena capacitación, transferir muy bien el conocimiento. Por eso, tener un centro de investigación es importante, para capacitarnos, nuestros colaboradores y a la industria”, aseveró.

El ecosistema que ha logrado construirse alrededor de la compañía, consideró Rigoberto Bueno Partida, ha permitido que la agricultura se vuelva más atractiva, y que la gente se interese cada vez más en aplicar procesos naturales.

Ésta, aseguró, es la aportación que hace Koppert para que México avance hacia un liderazgo en la producción de hortalizas, en línea con las tendencias ambientales globales.

BUENAS EXPECTATIVAS

La demanda del mercado exterior, principalmente de Estados Unidos, así como las condiciones climáticas, permitirán que este año sea positivo para el sector agroalimentario, aseguró el director general de Koppert México.

Si bien hubo incertidumbre a inicios de 2017 por el cambio de gobierno en Estados Unidos, en el tema de alimentos hay una constante que mantiene una proyección favorable hacia futuro, aun con la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo.

Comentó que los estadounidenses, el principal mercado de exportación para México, tienen que alimentarse, por lo que la dinámica del sector se mantendrá.

Y, “el riesgo de terminar con el TLCAN es que México exporta muchas frutas, verduras, legumbres, alimentos; si se eliminara el tratado se encarecería el precio de esos alimentos”, advirtió.

Además, en el tema laboral, la mano de obra mexicana continuará demandándose en el campo estadounidense.

“Tenemos una industria madura, con algunos negocios que van bien otros no tanto, pero en general está bien, y creo que vamos a seguir creciendo porque tenemos condiciones más favorables de clima, una buena calidad de recursos, mano de obra, y la proximidad con Estados Unidos”, sostuvo.