La agricultura de riego o agricultura de regadío consiste en el suministro de las necesarias cantidades de agua a los cultivos mediante diversos métodos artificiales de riego. Entre los cultivos habituales de regadío destacan los frutales, el arroz, las hortalizas y la remolacha.
En 1970 se cosecharon en el país 548 mil hectáreas de algodón, de las cuales el 79% se cosechó en tierras de riego, destacando los estados de Sonora, Coahuila, Durango, Baja California y Sinaloa con más de 100 mil toneladas cada uno. El uso del riego en la agricultura es una práctica antigua, desarrollada con la finalidad de proveer una cantidad adecuada de agua para el correcto desarrollo de los cultivos y permitir así la producción de alimentos en la época seca, en la cual no existen lluvias frecuentes. Esto posibilitó la existencia constante de comida y gracias a esto los pueblos lograron asentarse y desarrollarse. El agua es tan importante para la agricultura debido a que crea una solución en el suelo en la cual se encuentran disueltos los nutrientes y mediante la absorción efectuada por sus raíces, las plantas logran acceder a estos.
La agricultura de temporal no es otra cosa que la producción agrícola que depende de las condiciones de lluvia para producir, es decir donde no se cuenta con riego ni estructuras tales como los invernaderos. No es que sean frutos de temporada o que sean solo cereales, es que la producción depende de la lluvia. Es importante considerar que la hidratación de el suelo de cada uno de los cultivos debe de ser moderada para evitar que los suelos se asfixien y posterior a eso el desarrollo de las semillas o la siembra se vea afectada. Las temperaturas forman parte de otro factor muy importante por lo que el agricultor debe de estar en constante monitoreo de sus cultivos.
Actualmente existen diferentes sistemas de riego recomendables para cada región y/o cultivo, algunos de ellos son: riego por goteo, por aspersión, por bombeo y por gravedad, entre otros.
Riego por goteo:
Se caracteriza por ser una fuente eficiente de ahorro de agua, el cual consiste en suministrar la cantidad necesaria para cada planta por medio de un sistema de válvulas, tuberías y mangueras con emisores. Puede utilizarse tanto a cielo abierto como en siembras bajo invernadero. Se recomienda para cultivos como huertas, montes frutales, agricultura orgánica, jardinería y sistemas agroforestales.
Otra técnica es por aspersión, en este tipo de riego el agua llega a la siembra por medio de tuberías y mediante pulverizadores llamados aspersores que humedecen el terreno de forma similar a como lo haría la lluvia.
El objetivo es aplicar una lámina que sea capaz de infiltrarse en el suelo sin producir escurrimientos.
La uniformidad de riego debe cubrir el área en un 80 por ciento para que su uso sea eficiente.
El riego por gravedad, también conocido como riego de superficie, consiste en la distribución del agua a través de canales o surcos, que se colocan a lo largo del área sembrada.
Para realizarlo, el agricultor debe contar con un estanque lo suficientemente grande. En él se acumulará toda el agua, que por medio de largos canales se dirigirá a los puntos de riego.
Cada día es mayor el número de productores que toman conciencia sobre la importancia que tiene en sus cultivos, el uso del agua en los sistemas de riego.
Se ha comprobado que la forma de regar, puede generar mejores cosechas y mayores ingresos, sabiendo que el vital líquido es un recurso cada vez más escaso, del cual hay que hacer el mejor uso posible.
Fuentes consultadas: www.gob.mx/agricultura
Fotos: www.gobierno.mx
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