La gran cantidad de hectáreas dedicadas al cultivo de tomate en el país, el alza en los costos de producción y la exigencia en calidad de los mercados que lo consumen, hacen cada vez más desafiante la tarea de producir un cultivo rentable.
El rendimiento por hectárea que se genera, así como la calidad de la producción, determinarán el precio que se pagará por el producto final. A continuación abordaremos los factores clave de éxito en la rentabilidad del tomate.
– Amarre de fruto
El amarre de frutos es un proceso que requiere la adecuada polinización y fecundación de la planta. Estos procesos exigen energía a la planta al demandar nutrientes específicos, como lo son el fosforo y boro para el adecuado desarrollo del tubo polínico. Lo mismo ocurre con las flores de alta calidad con un excelente desarrollo en sus estructuras reproductivas, lo que se logra gracias a un adecuado balance hormonal, donde las citocininas se imponen como un factor clave.
El amarre de frutos también requiere de una planta con follaje bien desarrollado y fotosintéticamente activo; favorecer un crecimiento vegetativo acorde al rendimiento esperado es fundamental para lograr el amarre de los frutos hasta la cosecha. Para desarrollar adecuadamente el follaje, la planta necesita estar libre de estrés durante el crecimiento vegetativo, por lo que la presencia de sustancias elicitoras que le ayuden a tolerar los periodos de estrés le permitirá mantener un desarrollo constante y equilibrado.
– Uniformidad de calibre
Por naturaleza, la planta de tomate puede llegar a padecer situaciones que afectan la uniformidad de sus frutos. Dentro de la planta y racimos siempre hay frutos que amarran primero y dejan en desventaja a otros que lo hacen en etapa final. Esto suele deberse a un déficit de citocininas, indispensables para lograr su óptimo desarrollo. Por ello debe apoyarse a dichos frutos con herramientas de biorregulación que contengan citocininas que incrementen su competitividad. De esta forma, el calibre de los frutos será más uniforme, lo cual devendrá en mejores precios en el mercado.
Al lograr frutos mejor desarrollados, la planta demandará mayor cantidad de nutrientes para lograr el correcto llenado de los mismos hasta la cosecha, por lo que será necesario aplicar complementos nutricionales.
– Biorregulación del cultivo de tomate
La fenología del cultivo de tomate presenta momentos específicos dentro de los cuales se puede influir en el amarre y la uniformidad de calibres, para lo cual es importante contar con las herramientas adecuadas de biorregulación y nutrición.
Una planta de tomate que logre amarrar más frutos requerirá una mejor nutrición, así como un sistema de raíces abundante y bien ramificado que propicie una mayor exploración del suelo para absorber los nutrientes necesarios. Debido a ello, el uso de herramientas de biorregulación con auxinas de alta eficiencia es esencial para garantizar un adecuado desarrollo de raíces.
Para obtener el mayor efecto de las sustancias de biorregulación y nutrición es indispensable lograr la entrada de los ingredientes activos al tejido vegetal de interés; por lo que es indispensable adicionar una herramienta con tecnología penetrante en la solución de aplicación.
En muchas zonas del país, el agua que se utiliza para preparar las soluciones de aplicación presenta un pH elevado, situación que reduce la efectividad de los ingredientes activos que se aplicarán. En tal caso, contar con herramientas que regulen el pH del agua es primordial para mantener los ingredientes activos en su nivel de mayor eficiencia.
– Manejo de estrés
Las condiciones ambientales cambiantes afectan directamente a los cultivos. Se estima que únicamente el 10 % de la superficie de tierra arable está libre de estrés, e incluso bajo condiciones de producción protegida, como invernaderos y túneles, se presentan casos de estrés biótico y abiótico, las cuales disminuyen la productividad y calidad de los cultivos.
En los últimos años ha surgido una gran cantidad de publicaciones con referencia al estrés en los cultivos, siendo el tomate uno de los más investigados. A partir de ello, diversos materiales y técnicas han sido enfocados en la búsqueda del control del estrés en tomate, entre los cuales destacan los aminoácidos, bioestimulantes tipo “coctel” y algunos fertilizantes. Además, recientemente se ha sumado a este grupo proteínas y ciertos grupos de compuestos a los que se ha nombrado “elicitores”, los cuales tienen relación directa con los compuestos que permiten a la planta adaptarse a las condiciones adversas.
Dependiendo del conocimiento que se tenga sobre tales condiciones abióticas, identificar el tipo de aplicación (ya sea preventiva o posterior) de dichos compuestos es clave en el auxilio de las plantas para salir del estrés. La aplicación de algunos materiales elicitores contenidos en productos comerciales puede incrementar los compuestos que la planta utiliza para tolerar contextos de adversidad. De ello deriva el que la frecuente aplicación de estos compuestos puede preparar a la planta para incrementar su resistencia cuando el factor adverso se presente. Asimismo, ante la ausencia de tal factor, se puede estimular el crecimiento vegetativo del tomate.
La constante aplicación de materiales tipo “coctel”— iniciando cuatro días posteriores al trasplante de la planta de tomate y repitiendo cada siete días, hasta que se presente el factor climático adverso—, incrementan la tolerancia a la condición adversa. Aplicaciones cuatro días previos al trasplante incrementan la adaptación de la planta de tomate a su lugar definitivo. De igual forma, aplicaciones previas a la floración pueden incrementar los contenidos de compuestos auxiliares en adaptación de la planta al desgaste energético.
Por otro lado, si el factor de estrés se presenta y la planta entra en esta condición, podrá recurrirse a la aplicación de materiales desestresantes. Actualmente se tiene mucha información sobre compuestos que estimulan a la planta de tomate a salir del estrés, sin embargo, son pocos los productos desestresantes en el ámbito comercial y muchos de los que se anuncian como materiales que liberan a la planta del estrés en realidad son estimulantes del crecimiento vegetativo. Por esto mismo, identificar aquellos que en realidad tengan la formulación adecuada y produzcan el efecto necesario puede resultar complicado en el mercado de agroquímicos.
Compuestos a base de aminoácidos son muy utilizados como desestresantes, sin embargo, sólo son cinco los aminoácidos conocidos que están directamente relacionados con el metabolismo de formación de compuestos que actúan sobre la generación de moléculas desestresantes. Compuestos elicitores como salicilatos y sus derivados, proteínas, jasmonatos y brasinoesteroides, así como poliaminas, también pueden ser empleados una vez que el factor de estrés se ha detenido. Aunado a ello, aplicaciones durante el tiempo en el cual el factor de estrés esté presente pueden auxiliar sin llegar a ser efectivas en la mayoría de los casos.
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