Los beneficios agronómicos del encalado son múltiples:
-Corrige la acidez del suelo neutralizando la toxicidad del aluminio, permitiendo un mejor desarrollo de las raíces lo que permitirá aprovechar mejor los nutrientes aplicados con los fertilizantes.
-Mejora la estructura del suelo, permitiendo una mejor aireación e infiltración del agua.
-Mejora la actividad microbiológica que es la que descompone la materia orgánica aportada con el purín o con el abono, liberando lentamente los nutrientes.
El porcentaje de alumino presente en el complejo de cambio es un buen indicador de la acidez y para obtener una buena producción el porcentaje de aluminio debe situarse por debajo del 10%. Según los estudios realizados en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), las dosis de encalante (en forma de caliza o óxido de calcio con un 100% de riqueza) recomendadas para corregir la acidez del suelo para los cultivos forrajeros en Galicia se muestran en la siguiente tabla:
Productos encalantes
Óxido de calcio: reacción muy rápida, cáustico y alto coste.
Hidróxido de calcio: Cal apagada. Reacción muy rápida. Alto coste.
Carbonato cálcico (Calcita): Reacción más lenta que los anteriores. Muy empleado. Bajo coste, no cáustico.
Carbonato cálcico magnésico (Dolomita): de reacción más lenta. Muy empleado. Bajo coste, no cáustico.
El material encalante debe enterrarse después de la aplicación, mezclando bien con el suelo. Se debe evitar también el contacto inmediato con fertilizantes nitrogenados amoniacales, y con superfosfatos para evitar que se produzcan reacciones químicas indeseables y perjudiciales para el suelo. En concreto, los tiempos recomendados de aplicación son:
-Cal viva. 1 o 2 meses antes de la siembra.
-Caliza: 3 meses antes de la siembra.
-Dolomita: 3 a 6 meses antes de la siembra.
Sin embargo, estos plazos pueden acortarse dependiendo de la calidad del producto encalante, sobre todo del grado de finura, ya que productos menos molidos, si bien más baratos, son de reacción más lenta.
Calidad del producto encalante
Grado de finura: La velocidad de reacción del producto encalante no solo depende de la superficie en contacto con el suelo. Cuanto más fino sea el encalante, más superficie tendrá en contacto con el suelo, por lo tanto más rápida será su reacción.
En la gráfica se representan la capacidad para subir el pH en un período de tiempo, en función del grosor de las partículas. El tamaño de las partículas viene representado en mallas, según la equivalencia siguiente:
Intervalo entre 8 y 20 mallas.- – entre 2,36 y 0,850 mm
Intervalo entre 20 y 30 mallas.- – entre 0,850 y 0,600 mm
Intervalo entre 40 y 50 mallas.- – entre 0,450 y 0,300 mm
Intervalo entre 60 y 80 mallas.- – entre 0,250 y 0,180 mm
100 mallas.- – 0,125 mm
Valor Neutralizante: Mide la capacidad de un producto encalante para neutralizar los ácidos en el suelo. La cifra que contabiliza el Valor Neutralizante comprende el intervalo 0- a 100 y expresa la equivalencia del producto encalante con el óxido de calcio. Cuanto mayor sea el VN, mayor será la capacidad de acción.
Aporte de otros elementos: Junto con el CA, sería importante el aporte de Mg, ya que, como vimos, son dos elementos de escasa presencia en nuestros suelos, y que resultan de gran interés para la nutrición de las plantas.
Incompatibilidades
-El aporte de materia orgánica (en cualquiera de sus formatos) deberá hacerse después de que el encalante reaccione con el terreno, ya que el contacto entre el encalante y el abono desprende amoniaco, que es volátil por lo que estaríamos perdiendo N.
-Algo semejante sucede con los abonos minerales: abonos nitrogenados amoniacales (ya que perderíamos N) o aquellos con contenido en fósforo, ya que se puede producir una retrogradación de las formas asimilables de P2 El 5 a fosfato tricálcico, que no es asimilable.
Lo mejor será siempre aplicar el encalante con suficiente antelación para que no se produzcan esas reacciones indeseables.
Dosis de encalado
Existen, resumiendo, dos criterios para el cálculo de la dosis de encalado:
– Subir el pH.
-Neutralizar el Al.
En cualquiera de los dos casos habrá que tener en cuenta el tipo de terreno sobre el que deseemos actuar, considerando el tamaño de las partículas que lo componen, lo que definirá el Efecto Tampón del mismo. El ET es la capacidad del suelo de mantener en el tiempo las condiciones de pH.
Un terreno arenoso tampona poco, lo que quiere decir que los efectos del encalado serán muy repentinos pero de poca duración, para lo cual se recomienda, generalizando, menores cantidades de encalante, pero en períodos más breves de tiempo. Mientras que para terrenos arcillosos, serán necesarios mayores aportes del material encalante, pero más distanciados en el tiempo.
Como norma, para los suelos arenosos se recomiendan materiales encalantes de acción lenta, mientras que para los arcillosos materiales de acción rápida.
Otra precaución importante, suele ser la de no subir el nivel de pH más de un punto con cada aplicación, ya que la subida repentina del pH repercutiría negativamente en los microorganismos beneficiosos.
Aplicación del encalado
Debido a que la acción del encalante es por contacto directo, deberemos hacer un esparcido homogéneo por toda la superficie, mirando de incorporarlo de inmediato en el caso de trabajos de fondo, para que sus beneficios afecten a la superficie que colonizará el sistema radicular de las plantas.
También podremos aplicar sobre cubierta, en cultivos pratenses, después de haber realizado una siega. Si en las camas del ganado tenemos carbonato cálcico, el purín será mas rico en calcio y tendrá poder encalante
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