12/03/2024

Revista InfoAgro México

Toda la agricultura, ahora en tus manos

Composición química del suelo y su pH

La reacción de un suelo hace referencia al grado de acidez o basicidad del mismo y generalmente se expresa por medio de un valor de pH del sistema suelo-agua. El pH es la medida de la concentración de iones de hidrógeno [H+]. Según este valor, un suelo puede ser ácido, neutro o alcalino. Las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo están influenciadas por la acidez o basicidad del medio, que a su vez condicionan el uso agronómico del suelo. Así, la mayoría de las plantas prefieren rangos de pH de 5.5 a 7.5, pero algunas especies prefieren suelos ácidos o alcalinos. Sin embargo, cada planta necesita un rango específico de pH, en el que poder expresar mejor su potencialidad de crecimiento.

Del pH también dependen los procesos de humificación. En función del pH se producen distintos tipos de materia orgánica del suelo y propiedades que influyen directamente sobre el crecimiento vegetal como el movimiento y disponibilidad de los nutrientes o los procesos de intercambio catiónico.

El pH influye sobre la movilidad de los diferentes elementos del suelo: en unos casos disminuirá la solubilidad, con lo que las plantas no podrán absorberlos; en otros el aumento de la solubilidad debida al pH, hará que para determinados elementos sea máxima (por ejemplo, cuando hay mucha acidez se solubiliza enormemente el aluminio pudiendo alcanzarse niveles tóxicos). Cada planta necesita elementos en diferentes cantidades y esta es la razón por la que cada planta requiere un rango particular de pH para optimizar su crecimiento. Por ejemplo, el hierro, el cobre y el manganeso no son solubles en un medio alcalino. Esto significa que las plantas que necesiten estos elementos deberían teóricamente estar en un tipo de suelo ácido. El nitrógeno, el fósforo, el potasio y el azufre, por otro lado, están disponibles en un rango de pH cercano a la neutralidad.

Valores de pH más deseables, según cultivos:

Intervalo de pH Intervalo de pH Intervalo de pH
Cultivo Mín. Máx. Cultivo Mín. Máx. Cultivo Mín. Máx.
Acelga 6 7.5 Col de Bruselas 5.7 7.3 Nogal 6 8
Agrios 6 7.5 Coliflor 6 7.3 Olivo 6 8
Alfalfa 6.2 7.8 Colza 6 7.5 Patata 4.8 6.5
Algodón 5 6 Dactilo 5.5 7.2 Pepino 5.7 7.3
Agrostis 5 6 Escarola 5.6 6.7 Peral 5.6 7.2
Almendro 6 7 Espárrago 6.2 7.7 Pimiento 7 8.5
Apio 6.1 7.4 Espinaca 6.2 7.6 Pino 5 6
Arroz 5 6.5 Festuca ovina 4.5 6 Plátano 6 7.5
Avellano 6 7 Festuca pratense 4.5 7 Poa pratense 5.5 7.5
Avena 5 7.5 Fleo 5.5 8 Rábano 6 7.5
Ballico 6 7 Girasol 6 7.5 Remolacha 6.1 7.4
Berenjena 5.4 6 Guisante 6 7.5 Soja 6 7
Boniato 5.1 6 Judía 5.6 7 Tabaco 5.5 7.5
Brócoli 6 7.3 Lechuga 5.5 7 Tomate 5.5 7
Cacahuete 5.3 6.6 Lino 5 7 Trébol blanco 5.6 7
Calabaza 5.6 5.7 Maíz 5.5 7.5 Trébol híbrido 5.5 7
Caña de azúcar 6 8 Manzano 5.4 6.8 Trébol rojo 5.5 7.5
Castaño 5 6.5 Melitoto 6.5 7.5 Trébol violeta 5.7 7.6
Cebada 6.5 8 Melón 5.7 7.3 Trigo 5.5 7.5
Cebolla 6 7 Melocotonero 5.2 6.8 Veza 5.2 7
Centeno 5 7 Membrillero 5.7 7.2 Vid 5.4 6.8
Col 5.5 7.5 Nabo 5.5 6.8 Zanahoria 5.7 7

La génesis del suelo se ve influenciada por la acidez o alcalinidad de su solución. Al aumentar la acidez del suelo, la flora bacteriana se ve desplazada por el predominio de hongos, con lo que la nitrificación y otros procesos dependientes de la actividad bacteriana se verán afectados. Por tanto, en condiciones de fuerte acidez, la fijación del nitrógeno y la mineralización de residuos vegetales se reduce. Las plantas absorben los nutrientes disueltos en el agua del suelo y la solubilidad de los nutrientes depende en gran medida del valor de pH.

Caracterizar con exactitud la reacción del suelo tiene como principal objetivo diagnosticar las condiciones que rigen en los procesos edafogenéticos, en la translocación de elementos, en la disponibilidad de nutrientes, en cuanto a los problemas de toxicidad, en la actividad biológica, etc.

La medida del pH del suelo en agua es una determinación sencilla, pero de gran valor, pues sirve como criterio para decidir la necesidad de otros análisis y las técnicas a utilizar. Sin embargo, también se puede medir el pH en KCl que, junto con el pH en agua, da una idea del grado de saturación del complejo de cambio; el pH en NaF es útil para detectar la presencia de compuestos amorfos en posibles horizontes espódicos o en andosoles.

Gestión del suelo en relación con los valores de pH.

Como hemos visto, la elección del cultivo depende del valor del pH del suelo, por ello se recomienda elegir cultivos que estén indicados para el rango analizado.

Gestión de suelos ácidos.

Hay varios factores que influyen sobre la acidez de los suelos. El calcio, el magnesio y el potasio, se eliminan del suelo a través de la erosión, la lixiviación y la recolección del cultivo, incrementándose la acidez de los suelos. Además, la utilización de fertilizantes acidificantes incrementa los niveles de acidez de los suelos. Por ejemplo, la conversión de los fertilizantes amónicos a nitratos ocasiona la formación de suelos ácidos.

Por ello, es importante emplear fertilizantes que no aumenten la acidez (urea, nitrato de calcio, nitrato de amonio y superfosfato) o reduzca la alcalinidad (sulfato de amonio). Sin embargo, el pH del suelo puede ajustarse mediante la aplicación de enmiendas. En suelos ácidos se pueden emplear sustancias correctoras como cal, dolomítica, piedra caliza y marga, según la naturaleza del suelo, que tienen la capacidad de neutralizar los ácidos del suelo.

Cantidad (g/ha) de compuesto puro necesaria para aumentar 1 unidad el pH
Material Suelo
Arcilloso Vegetal Arenoso
Óxido cálcico (cal caústica o viva) (CaO) 30-50 20-30 10-20
Hidróxido cálcico (hidratado o cal muerta) Ca(OH)2 39-66 26-39 13-26
Roca caliza dolomítica CaMg (CO3)2 49-82 33-49 16-33
Roca caliza calcítica CaCO3 54-90 36-54 18-36

El material calizo más común y económico que se encuentra disponible es la roca caliza agrícola. Las rocas calizas que contienen tanto calcio como magnesio de denominan rocas dolomíticas y las rocas que contienen únicamente calcio se denominan calcíticas. Cuando los suelos son ácidos y los niveles de magnesio son bajos, conviene incorporar roca caliza dolomítica, para así, incrementar tanto el pH como los niveles de magnesio.

Por tanto, la cal incorporada al suelo tiene cinco funciones:

1) Neutraliza el suelo. La mayoría de las plantas no se desarrollan correctamente en suelos ácidos.
2) Intensifica la disponibilidad de los nutrientes para las plantas.
3) Incrementa la efectividad del nitrógeno, del fósforo y del potasio incorporados.
4) Incrementa la actividad de los microorganismos, incluyendo los responsables de la fijación del N en las leguminosas y de la descomposición de la materia orgánica.
5) Intensifica el crecimiento de la planta y por tanto el rendimiento productivo del cultivo.

Gestión de suelos básicos.

Los niveles altos de pH en los suelos pueden depender de diferentes elementos, por lo que hay diversos métodos para su corrección.
En suelos ricos en piedra caliza se recomienda añadir sustancias orgánicas y en los suelos alcalino-salinos la alcalinidad se debe a la presencia de sales, en particular a una alta concentración de sodio.
Si la alcalinidad está causada por sodio, se recomienda añadir sustancias como el yeso (sulfato de calcio), sulfuro u otros sulfúricos.

Cantidades que dan el mismo resultado que 100 Kg de yeso.
Compuesto puro Cantidad (Kg)
Cloruro de calcio: CaCl · 2 H2O 85
Ácido sulfúrico: H2SO4 57
Sulfuro: S 19
Sulfato de Hierro: Fe2(SO4)3 · 7 H2O 162
Sulfato de Aluminio: Al2(SO4)3 129