Don Daniel Luque Miranda: Un pionero e innovador de la industria del mango en el norte de Sinaloa (México)
*Francisco Seva Rivadulla. Periodista Agroalimentario Internacional
Daniel Luque fue un pionero, trabajor y defensor del mango en el norte de Sinaloa. Sus comienzos se remontan a los años 90, en la zona de Higuera Zaragoza, a orillas del Río Fuerte, sembrando mangos, y con su pasión, buen hacer y gran dedicación, se convirtió en uno de los grandes pioneros e innovadores del sector del mango en en este importantísimo estado mexicano.
Tenía dos grandes pasiones, el cultivo del mango y los caballos. Entre sus cualidades, se puede destacar que era una persona muy cercana, honesta y, sobre todo, un gran trabajador del mundo del mango. Para conocer más cosas sobre su persona, hemos querido tener el testimonio de familiares cercanos que compartieron esa gran pasión que tenían por esta fruta.
Uno de los pioneros
Su hermano Miguel Agustín Luque Miranda, destaca que “haciendo historia y mirando hacia atrás, Daniel fue uno de los pioneros para conseguir que la zona norte del estado de Sinaloa logrará el estatus de zona libre de la mosca de la fruta. Antes del 2000 ya traíamos la problemática muy fuerte de que se acababan los tratamientos hidrotérmicos y teníamos que pasar a otro sistema de tratamiento de nuestra fruta para que continara exportándose al mercado de Estados Unidos, y él inmediatamente se convirtió promotor muy activo, en las gestiones necesarias para que se siguiera trabajando sobre esa función”.
Además, añade que “ya en aquellos tiempos se había trabajado, desde hace muchos años anteriores, para lograr los hidrotérmicos, de hecho D. Gonzalo Espinosa trabajó muy fuerte para lograr que se autorizara el uso del hidrotérmico en la fruta, y cuando nos enteramos de que este sistema ya no iba a ser opción aquí, y la alternativa a final de cuenta era liberar el área de la mosca de la fruta. Entonces se trabajó de la mano de nuestros organismos agrícolas, de la Secretaría de Agricultura, el Gobierno Federal y diversas instancias, las cuales nos apoyaron para llevar a cabo las campañas, y con aportación de los mismos productores de la zona. Gracias a Dios se logró el objetivo de tener la zona libre de la mosca de la fruta”.
Visión estratégica
“Una de las cualidades que destacaría de Daniel fue su visión estratégica, ya que de hecho él puso mucho énfasis a desarrollar el mercado del mango, a plantar huertos y desarrollar nuestro empaque, y las inversiones se fueron encaminando a mejorar nuestro negocio. Una visión que apuntaba a que este es el camino que teníamos que recorrer. Fue una persona pionera e innovadora en el mundo del mango”, subraya este familiar.
Crecieron juntos en el negocio del mango
Dentro del mismo contexto, nuestro entrevistado apunta que “Daniel y yo todo el tiempo fuimos socios en este negocio, compañeros de la familia, él era el segundo y yo el tercero en la familia, y crecimos junto en esta actividad empresarial. Nuestra pasión, además de trabajar en la agricultura, los mangos, también la tenemos en el gusto por los caballos, que viene de familia. Aquí uno de las primeras producciones de mangos que se pusieron aquí, se realizaron por parte de otras familias de productores, y mi padre siguió esa línea, y empezó con un pequeño huerto de cuatro hectáreas de mangos, y unas poquitas de toronjas y aguacates. Al tiempo, mi padre se dio cuenta de que el negocio era el mango, y antes de fallecer, a él se le hizo muy fácil plantar los terrenos agrícolas que tenía con mangos, en aquel entonces se plantaban unos cien árboles por hectárea, y mi padre tenía 70 hectáreas, y las plantamos en 1.990, y ahí quedó la semilla de todo esto. En el 91, mi padre falleció, y nosotros nos quedamos con la responsabilidad del negocio, la familia, y con unas hectáreas de terrenos plantados de huerta, que no es nada fácil cuando están recién plantados, pero ahí le entramos y evolucionamos a otros negocios, como la producción de chiles, tomatillos, sandía, etcétera. Y todo el tiempo, hemos estado apostando a los mangos. A parte de Daniel, estuvo nuestro padre, por eso tenemos esas huertas de mangos. Pero fue mucho esfuerzo, de Daniel y mío en su momento, para llegar a dónde estamos”.
Visión de Daniel
También, subraya que “una cosa también importante es que la visión de Daniel está en el empaque, pues le apostó a crecer en infraestructura y ahí tenemos unas instalaciones listas para empacar y estamos trabajando tratando de que esa infraestructura, pueda trabajar al 100 por ciento, y sino como mínimo al ochenta y noventa por ciento, pero ahí está el compromiso que adquirió. La obra material y las huertas”.
“Los dos, Daniel y yo somos contadores públicos, este negocio lo hicimos nosotros, cincuenta y cincuenta, ahora ya no está Daniel pero están sus hijos, y estamos tratando de seguir para adelante todo y hacerlo bien en esta empresa. Tenemos pasión por el trabajo y nuestro afición son los caballos”, añade nuestro consultado.
Al mismo tiempo, también indica que “Daniel se dedicaba más a los mangos, y yo a la producción de granos, maíz, fríjol, y también al cultivo de chile, pero dentro de la misma sociedad. También tenemos una comercializadora que funciona para vender producto aquí en México, legumbres principalmente, y la tenemos en Nogales (Arizona). En el negocio agrícola, Agrícola Luque, son socios los hijos de Daniel, mis hijos y yo”.
Daniel Ernesto Luque Ceniceros, hijo de Daniel, Ingeniero Agrónomo y encargado de las huertas de “Agrícola Luque”
“Desde que yo recuerdo, mi padre fue un agricultor muy apasionado, le gustaba mucho la agricultura, lo que más me inculcó fueron los valores, la honestidad, el respeto y fue clave para el éxito que tuvieron mi tio y él en la empresa. Ser honestos en los negocios tuvo mucho que ver para que los negocios fueran también exitosos”, subraya su hijo Daniel Ernesto.
“Era muy trabajador, nos inculcó el trabajo, un hombre muy luchador, amigo de sus amigos, y fue un gran maestro. Yo sigo sus pasos, desde que me traía al campo, me enseñó el amor por la agricultura, y a mí me gustaba, por lo que me comentó que podía estudiar en la Universidad en Monterrey o en Guadalajara, y yo le dije que me gustaba la agricutura y que quería estudiar Agronomía aquí en Los Mochis. Cuando terminé, me ofreció irme a la empresa en Arizona o quedarme aquí, en el campo, y seguí sus pasos, y aquí continuamos”, subraya este familiar.
Gran Corazón y Humildad
Además, añade que “tenía un gran corazón, una gran humildad, todo el mundo lo respetaba y lo apreciaban, por sus valores. Era un hombre muy bueno, lo estimaba todo el mundo, y muy honesto. Ayudaba a mucha gente y no tenía un no para nadie, era una persona muy afable”.
Persona Innovadora
Igualmente, apunta también que “cuando empezó el mango, mi padre tuvo la visión de que este producto iba ser un negocio en el futuro, él fue de los primeros que comenzó con la producción de esta fruta. Le gustaba innovar y arriesgar por lo nuevo, cosa que muchos tienen miedo, y fue un referente en nuestra zona. Le gustaba tener muy bien las huertas, no escatimaba. Era muy preciso y muy bueno para delegar, y todo el personal estaba muy contento con él. Sin duda, fue clave para el éxito de la empresa.”
“Su trabajo fue muy enriquecedor, y el mango en el norte de Sinaloa ha llegado a ser lo que es gracias a su labor. Entre 2004 y 2005, fue Presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte, y fue él quién gestionó para que se hiciera el laboratorio UTEFI, en el Valle del Fuerte, que es un laboratorio muy tecnificado que apoya a todos los agricultores de la región. Y siempre aportando para la agricultura local”, resalta nuestro entrevistado.
“Mi padre apoyaba a muchos agricutores, les daba dinero, y éstos con los ojos vendados le entregaban su cosecha, y cuando les daba la liquidación, no se lo creían de lo bien que les iba. Era un persona muy derecha. Los productores lo querían mucho”, añade Daniel Ernesto Luque.
Asimismo, señala que “es un orgullo como hijo que él echará a volar el mango del norte de Sinaloa, recuerdo que en la primera feria PMA (Produce Marketing Association) nuestra empresa estuvo allí, y no fue fácil, pero ahorita están los resultados”.
Reconocimiento a National Mango Board
Por otra parte, Miguel Agustín Luque Miranda, también subraya que “quiero hacer un reconocimiento a National Mango Board, pues yo recuerdo antes de que NMB iniciará sus labores, en aquellos tiempos los precios que teníamos en la industria del mango, no eran lo que son ahora. Había regiones que tenían precios demasiado bajos y no era rentable la venta de nuestra fruta. Debe decirlo, reconozco y estoy muy agradecido con la labor de NMB, que ha hecho un gran trabajo en beneficio de la industria”.
Jesús Adrián Luque Ceniceros, responsable de producción en la huerta “Las Lomas”
Otro de sus hijos, también comenta con admiración que “yo siempre lo miré en lo más alto, como era mi padre y el patrón, y con mucho respeto. En lo personal, siempre trataba de corregirme en privado con respeto siempre. Siempre quería que fuesemos mejores. Tenía una gran humanidad. Quería lo mejor para nosotros. Nos dejó la vara muy alta”.
José Miguel Luque Montes, sobrino y miembro de la empresa
Su sobrino, también nos explica que “era muy respetable en el mundo de la agricultura, de las carreras de caballos, sus dos grandes pasiones. Tenía una gran honestidad y hombría, así como una gran cercanía con todo el mundo”.
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