Hoy un
campo productivo ya no se concibe sin la tecnología digital, no es
cuestión de lujo, sino de una necesidad en el uso de tecnologías
avanzadas para lograr maximizar el nivel de producción.
El hombre en su afán de conquistar nuevos territorios ha
desarrollado tecnología militar que posteriormente le ha encontrado una
aplicación útil, podemos hablar de la domesticación de los animales
combinados con el uso de la metalurgia en épocas remotas creando los
primeros arados jalados por animales.
Durante la primera guerra mundial la creación de vehículos de
combustión interna dio origen a la mecanización agrícola, por lo que los
agricultores tuvieron que familiarizarse con combustibles, refacciones
mecánicas y mantenimiento de unidades, consiguiendo aumentar la
producción, disminuir los costos y los tiempos de trabajo.
Al seguir avanzando la tecnología militar y con el uso del GNSS
(Global Navigation Satellite System) y los RS (Remote Sensors) llega la
era digital al campo, en donde las herramientas actuales de producción
son: teclados, pantallas, cables, baterías, tablets, apps, entre
otros. Además de las actuales tecnologías digitales se deben tomar en
cuenta otras tecnologías innovadoras para alimentar a una población
mundial creciente de siete mil millones de habitantes en un clima
de seguridad sanitaria, conservación de los recursos naturales, leyes de
economía, así como tratados mercantiles entre países.
La denominada “Agricultura de Precisión” contribuye específicamente
a optimizar el uso de los recursos e insumos al utilizarlos de forma
adecuada en el lugar y momento preciso, evitando una dosis
excesiva o en un lugar innecesario.
Al día de hoy un campo productivo ya no se concibe sin la tecnología
digital, no es cuestión de lujo, sino de una necesidad en el uso de
tecnologías avanzadas para lograr maximizar el nivel de producción,
enfrentando el desafío por falta de agua, suelos erosionados, nuevas
plagas, malezas más agresivas y enfermedades más resistentes.
El termino agricultura de precisión se ha utilizado desde los años 80
para identificar el uso de tecnologías digitales en los países agrícolas
más vanguardistas del mundo. En México, estados como Guanajuato,
Sinaloa, Jalisco ya emplean estas tecnologías con la finalidad de evaluar
con mayor precisión la densidad óptima de siembra, estimar la cantidad adecuada
de fertilizante e insumos necesarios y predecir con mayor exactitud el
rendimiento y la producción de los cultivos, según algunas fuentes de
consulta.
Las técnicas utilizadas son:
1.-Sistema Información Geográfica (GIS) y Global Positioning System (GPS).
La agricultura de precisión ha sido posible gracias a la combinación del
GIS con el GPS al acoplar datos en tiempo real, lo que conduce al análisis
y el manejo eficiente de gran cantidad de datos geoespaciales para
planificar los cultivos, muestrear suelos, orientar tractores, explorar
campos, levantar mapas topográficos y de rendimiento.
Esta técnica permite correlacionar la producción con el tipo de
terreno, desarrollando estrategias más eficaces para el tratamiento de los
suelos y las plantas.
2.- Imagen satelital y/o aéreas.
Diversas compañías ofrecen los servicios de imágenes de satélites con
la finalidad de que los agricultores tomen la mejor decisión al procesar
datos de campo vinculándolos con el GIS para la administración y control
de recursos agrícolas.
Un claro ejemplo es la preocupación por parte de los
Organismos Internacionales sobre el calentamiento global, donde las cifras
arrojan que por cada grado centígrado de calentamiento global, el 7 por
ciento de la población mundial experimentará una disminución del 20 por
ciento o más en los recursos hídricos renovables. De ahí que la FAO a
través de un proyecto de 20 millones de dólares implementara la tecnología
WaPOR (Water Productivity Open-access portal), la cual por medio de
imágenes de satélite mide la eficacia del agua en regiones de escases
ayudando a los agricultores a obtener mejores rendimientos agrícolas y a
optimizar los sistemas de riego en el continente Africano y el
Medio Oriente.
Funciona de la siguiente manera WaPOR mide la evapotranspiración de
las plantas relacionándola con la biomasa y el rendimiento de los
cultivos, calculando así el consumo de agua sobreponiendo imágenes
satelitales con Google Earth para elaborar mapas.
3.-Tractores autónomos.
Al día de hoy existen diversas compañías con tecnologías basadas en
GPS adaptadas a un tractor convencional el cual se puede manejar desde una
tablet con acceso a WiFi enviando información a través de sensores láser.
Cámaras digitales con tecnología LiDAR (Light Detection And Ranging)
operan el tractor a distancia basándose en un sistema de mapas con los
límites del campo y un software de planificación (según información
oficial del Gobierno de los Estados Unidos relativa al Sistema de
Posicionamiento Global y temas afines).
Dentro de las ventajas de utilizar tractores autónomos sobresalen,
tomando como fuente a agrosap:
1.- Reducción de la superficie traslapada.
2.- Incremento de la velocidad de trabajo.
3.- Descenso del tiempo de maniobra.
4.- Posibilidad de trabajar en condiciones de visibilidad reducida.
5.- Técnicas de tráfico controlado.
6.- Aumento de la producción por menor compactación del terreno.
4.-El uso de los drones.
Son naves no tripuladas que se manejan a control remoto con la capacidad
de recorrer amplias extensiones en poco tiempo para aplicación de
agroquímicos de forma muy localizada, pero lo más interesante es que con
una cámara multiespectral, con RGB Color Model y sensores térmicos se
pueden tomar imágenes determinando zonas de baja población del cultivo y/o
zonas de malas hierbas, pero van más allá midiendo la temperatura del
cultivo, índice de clorofila y hasta las deficiencias en nutrientes.
Por dar un dato interesante, la compañía Yamaha tiene sobrevolando 2 mil
500 drones en Japón beneficiando a más de 7 mil agricultores, según los
datos publicados por la red de especialistas en agricultura, dejando atrás la
tradicional inspección ocular ineficiente en grandes extensiones.
El uso de los drones conlleva a:
1.- Uso eficiente de los recursos.
2.- Identificación y cuantificación de las zonas problemáticas.
3.- Detección temprana de estrés hídrico, nutricional, plagas y/o
enfermedades.
4.- Funciona para todos los cultivos.
5.- Información confiable y en poco tiempo.
6.- Bajo costo por hectárea.
5.-Uso de robots
En los años ’70 nace la robótica industrial, en los 80 se convirtió en
una robótica de servicio sustituyendo la mano del hombre en diversas
labores, en los ’90 los robots sustituyen al humano en el desarrollo de
actividades donde existen riesgos o limitaciones físicas. En los ’00 se
crea la robótica agrícola con sus inicios en las ordeñas y los
invernaderos extendiéndose a campo abierto de forma tan espectacular que
de acuerdo con los datos de la International Federation of Robotics
(www.ifr.org), las aplicaciones de la robótica en agricultura y
ganadería son las segundas en número de ventas de robots de servicios
profesionales, tras las aplicaciones en defensa y seguridad, de acuerdo con
apuntes de Antonio Barrientos y Jaime del Cerro, doctores ingenieros industriales
del Centro de Automática y Robótica.
Los primeros robots en campo fueron diseñados por DeLaval como máquinas
de ordeña en el sector lechero, aumentado su complejidad y nivel de
exactitud como la cosechadora de frutos para invernaderos de la Universidad
de Wageningen (Holanda), capaz de colectar los frutos de forma autónoma
al medir la madurez optima y cortando sin dañar ninguna otra parte de la
planta.
«Queda claro que estamos ante un segmento del AgTech en expansión.
Como analiza el portal Research and Markets, el mercado de la robótica
en agricultura crecerá un 11.6 por ciento en la próxima década,
llegando a los 28 mil 300 millones de dólares», de acuerdo a
anotaciones de Jorge G. Opazo.
Cuando tocamos el tema de agricultura de precisión, hablamos del uso de
varias disciplinas en donde es inevitable hablar del manejo de la genética
mediante el uso de la biotecnología generando organismos altamente
productores a un bajo costo. Uso tecnificado de sistemas de irrigación
para evitar pérdidas de agua. Utilizar insecticidas de última generación
los cuales solo controlan los insectos perjudiciales. Aplicar
fertilizantes de lenta liberación que permitan nutrir a la planta por un
espacio mayor de tiempo y sin tener lixiviaciones en el suelo.
Emplear herbicidas selectivos contra las malas hierbas que queremos
controlar reduciendo el impacto en el medio ambiente.
Se estiman ahorros del 10 por ciento de combustibles, 15 por ciento de
insumos y hasta un 15 por ciento de tiempo.
Aplicar la dosis correcta en el momento preciso y el lugar adecuado es
un gran beneficio para el cultivo asegurando un alto rendimiento por hectárea
al reducir la dosis de insumos (fertilizantes, insecticidas, herbicidas, etc.).
Esto genera un ahorro significativo y un bajo impacto ecológico por lo que la
agricultura de precisión se ha convertido en el pilar de la agricultura
sustentable.