02/04/2024

Revista InfoAgro México

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Manejo del tizón tardío en papa: Phytophthora infestans

El hongo P. infestans sobrevive sobre tejido vivo. El inóculo inicial proviene de tubérculos infectados y el micelio crece a través del tallo hasta alcanzar la superficie del suelo. La enfermedad avanza desde los tejidos infectados hasta los brotes produciendo esporangios, los cuales se dispersan a través del viento y de las salpicaduras de agua a las plantas vecinas.

Las condiciones ambientales necesarias para que se produzca la infección son temperaturas bajas y elevada humedad relativa, durante un período mínimo de 12 horas. Una vez infectado el tejido vegetal y transcurridos unos días, emergen nuevos esporangióforos a través de los estomas, por lo que la enfermedad continúa con su avance.

Los síntomas que aparecen en las plantas de papa, derivados de la infección producida por el hongo patógeno P. infestans, son los siguientes:

  • Hojas: Las hojas de las plantas infectadas muestran (inicialmente en los bordes) manchas irregulares de color marrón, apariencia húmeda y en ocasiones, rodeadas por un halo amarillento. Si las condiciones ambientales son las indicadas anteriormente, también aparecen vellosidades un tanto blanquecinas en el envés de las hojas, las cuales se corresponden con las estructuras de reproducción del hongo. Conforme avanza la enfermedad, estas lesiones se oscurecen, necrosando el tejido vegetal y produciendo un olor característico debido a la descomposición del mismo.
  • Tallos y peciolos: En este caso las lesiones también son oscuras pero más alargadas, llegando a necrosarse. Cuando la enfermedad se extiende por todo el diámetro del tallo, éste se quiebra.
  • Tubérculos: Los tubérculos también presentan síntomas, son los siguientes: superficie con zonas ligeramente hundidas, coloración rojiza, prolongaciones delgadas desde la zona exterior hasta la médula y pudrición si el estado de la enfermedad es avanzado.

Debido a los síntomas que esta enfermedad provoca, la disminución en el rendimiento puede llegar a ser superior al 50%. Para su control se recomienda el manejo integrado de la enfermedad, lo cual implica:

  1. CONTROL PREVENTIVO: Es el control más eficaz en el manejo del tizón tardío de la papa. Para ello se recomienda:
  • Eliminación de cualquier posible inóculo: Desechos de papas, plantas voluntarias y plantas hospederas.
  • Utilización de semillas sanas.
  • Rotación de cultivos.
  1. CONTROL CULTURAL: Estas acciones están orientadas a la alteración del medio en el que se desarrolla el patógeno para que su actividad sea menor. Se aconseja:
  • Utilizar variedades tolerantes/resistentes (resistencia horizontal) al patógeno.
  • Disponer de suelo bien drenado para evitar la aparición de encharcamientos.
  • Planificar la época de siembra, evitando fechas en las que las condiciones ambientales favorezcan el desarrollo del hongo.
  • Realizar un aporcado relativamente alto para disminuir el contacto de los tubérculos con los esporangios o zoosporas que provengan del follaje infectado.
  • Utilizar densidades de plantación, favoreciendo una adecuada aireación entre plantas.
  • Llevar a cabo una nutrición equilibrada del cultivo, prestando especial atención al aporte de nitrógeno. Dosis elevadas de fósforo y potasio reducen la aparición de tizón.
  • Regar de manera racional evitando cualquier exceso o déficit hídrico.
  • Evitar la aparición de daños mecánico al realizar diferentes labores culturales.
  • Cosechar evitando condiciones de humedad, en tanto que éstas favorecen la infección de los tubérculos.
  1. CONTROL QUÍMICO: En la mayoría de los casos, se utilizan productos fitosanitarios para el control preventivo de la enfermedad, con objeto de mantener el tizón alejado del cultivo. Con el control químico se esta enfermedad se pretende:
  • Reducir la esporulación.
  • Reducir la viabilidad de los esporangios.
  • Reducir la motilidad de las zoosporas existentes en el suelo.

Para ello, es necesario la utilización de la materia activa adecuada, en la dosis y frecuencia aconsejada y en el momento oportuno. De este modo, la eficiencia de los tratamientos aumenta y consecuentemente también el control de la enfermedad es más efectivo, evitando así la aparición de resistencias por parte del patógeno. Para ello, hay que tener en cuenta las diferentes fases por las que transcurre la planta:

  1. Emergencia: Aplicación preventiva aproximadamente a los 10 días, cuando el 80% de las plantas hayan emergido.
  2. Crecimiento vegetativo rápido (Etapa crítica): Aplicación de productos con acción sistémica, principalmente del cierre de las hileras e inicio de la floración y con una frecuencia de 5 – 14 días en función de las condiciones ambientales existentes.
  3. Cultivo desarrollado: Aplicación de fungicidas de contacto o translaminares, prestando especial atención a la zona basal de la planta, ya que las condiciones ambientales en esta zona son propicias para el desarrollo de infestans. Se recomienda la utilización de fungicidas cúpricos y ditiocarbamatos, mojando correctamente la planta, ya que por el modo de acción de éstos, las zonas no mojas o de crecimiento posterior, quedan desprotegidas.
  4. Formación de tubérculos: Utilización de fungicidas de contacto o translaminares como en la fase anterior. La frecuencia de aplicación depende de las condiciones ambientales.

Por otro lado, comentar que el uso de sistemas de alerta temprana permite estimar con cierta antelación cuál es el momento más adecuado para la aplicación de los respectivos tratamientos fitosanitarios, gracias a la información climatológica que ponen a disposición de sus usuarios. De este modo, el agricultor puede conocer cuáles son los momentos más favorables para el desarrollo del hongo y por tanto, los períodos más convenientes para tratar.

  1. CONTROL BIOLÓGICO: Aunque en la actualidad no está expandido el control biológico del tizón tardío de la papa, numerosas investigaciones han demostrado la efectividad de organismos benéficos en el control de infestans. Algunos de ellos son: Serratia spp., Streptomyces spp., Pseudomonas spp., Bacillus spp., Trichoderma spp., Fusarium spp., Aspergillus spp., Penicillium spp., Myrothecium spp., entre otros.