Los bloques o tablas de lana de roca, se saturan primero de agua y fertilizantes, ya que deben contener suficiente agua y aire para permitir el crecimiento ideal de las plantas. Si plantásemos directamente sin saturar las fibras de los bloques, no se produciría un crecimiento correcto de la planta, ya que la lana en un principio tiene un diámetro determinado y una distancia determinada entre las fibras, que no nos permitiría la distribución correcta de la solución nutritiva en toda la tabla, por capilaridad.
El proceso de siembra de las plántulas se realiza en bandejas con vermiculita o en pequeños tacos de lana de roca. El sustrato debe estar bastante humedecido y debe permanecer unos días en la cámara de germinación.
Los kiémplugs son unos pequeños cilindros de unos dos centímetros de diámetro y 2,5 centímetros de altura, que se utilizan mucho en los semilleros, para posteriormente repicar las plantas a los bloques.
Una vez germinada la planta se procede al repicado a tacos de lana de roca saturados de agua, y a la altura de los cotiledones normalmente se rellena con vermiculita, y se procede a dar un riego con solución nutritiva. Los bloques del semillero deben recibir un riego antes de llevarlos a la finca, para evitar que se sequen los cepellones y de esta manera asegurarse un trasplante con éxito.
Es importante destacar en este aspecto que la distribución de las fibras en los bloques o tacos es vertical, para favorecer un crecimiento rápido de las raíces de la plántula, y la de las tablas es horizontal, para que el crecimiento de las raíces y de la planta, se produzcan de forma homogénea.
El trasplante en un cultivo en lana de roca, se realizará en las horas en que no haga excesivo calor, por la mañana temprano o preferiblemente por la tarde. Los bloques se colocarán encima de cada agujero de las tablas realizado previamente, asegurándose de que queden horizontalmente y apoyándose toda la superficie en la tabla, para así facilitar en enraizamiento de la planta.
Antes se habrá recortado la parte sobrante del plástico, que envuelve a la tabla de lana de roca, para permitir el contacto entre ambas partes. La piqueta que soporta el gotero, se coloca sobre el taco que se trasplanta, para permitir el contacto entre ambas partes. La profundidad de la piqueta no se realizará de forma excesiva, para evitar la perforación del plástico de la tabla por la parte inferior.
Si el trasplante se ha realizado de forma correcta, el éxito en la producción está asegurado, ya que la lana de roca al ser un sustrato inerte, con una capacidad de intercambio catiónico nula y un ph ligeramente alcalino, permite que con un buen manejo de las soluciones nutritivas, maximizar las producciones.
La disposición de las tablas en el terreno, suele venir definida por las dimensiones del invernadero, como ya se ha indicado anteriormente, aunque en la mayoría de las ocasiones suele haber una distancia entre líneas de dos metros.
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