Patógenos causantes de enfermedades
- Introducción
- Principales enfermedades del cultivo
- Patógenos menos conocidos
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Introducción
Las zanahorias cultivadas, tanto en campo abierto como en estructuras protegidas, son atacadas con frecuencia por fitopatógenos que les provocan diversas enfermedades, generalmente favorecidos por condiciones de estrés y/o un entorno climático favorable para su desarrollo y dispersión. Los síntomas más conocidos que se observan en las zanahorias corresponden a hongos y bacterias, y en menor medida a virus. Sin embargo, existen otros enemigos menos conocidos que también ocasionan daños a las plantas, los cuales pueden ser transmitidos por los insectos plaga presentes en el cultivo.
- Principales enfermedades del cultivo
Las enfermedades más conocidas en el cultivo de la zanahoria tienen como organismos responsables a hongos y bacterias, cuyos síntomas son más o menos reconocibles en las plantas. A continuación, se nombran algunas de estas enfermedades, así como los fitopatógenos causantes de ellas (Acuña, 2008; Torres, 2022):
– Enfermedades fúngicas:
- Damping-off, causada por distintos patógenos como Pythium sp., Fusarium oxysporum, Rhizoctonia solani o Sclerotium tode, los cuales pueden actuar (según la especie) en el cuello o en el sistema radicular, penetrando y desarrollándose en su interior, taponando posteriormente los haces vasculares e impidiendo la circulación de la savia. De este modo, si se producen incidencias graves, la planta acaba muriendo.
Esta enfermedad suele aparecer en los semilleros y también en los cultivos sembrados directamente en el suelo, como es el caso de la zanahoria, actuando durante las primeras semanas y provocando la marchitez de las plántulas de forma súbita.
- Oidio o ceniza, caracterizado por la distribución de un polvo blanquecino que corresponde al micelio del hongo. Comienza con pequeñas manchas blancas circulares que, posteriormente, van aumentando de tamaño hasta colonizar todo el tejido vegetal superficial, foliolos y peciolos. Se trata del hongo Erysiphe umbelliferarum, el cual puede transmitirse a través de las semillas, aunque suele aparecer cuando la zanahoria ha adquirido cierto grado de madurez.
- Tizón o mancha de la hoja, cuyos patógenos son Alternaria dauci y Cercospora carotae, que producen manchas irregulares en las hojas y peciolos de la planta, generalmente de color marrón a negro. Sus condiciones óptimas de desarrollo coinciden con climas templados, adaptándose a un amplio intervalo de temperaturas, entre 10 º y 35 º, siendo el rango de mayor desarrollo el comprendido entre 22 º y 26 º C, junto con valores altos de humedad en el follaje que se prolongan más de un día. Ambos pueden diseminarse a través de la semilla de la zanahoria y causar severos daños al cultivo.
Alternaria dauci es un hongo ascomiceto muy común que se manifiesta principalmente en las hojas viejas, con síntomas en los bordes de las hojas similares a quemaduras, mientras que Cercospora carotae coloniza con mayor frecuencia las hojas jóvenes, aunque también puede presentarse en las flores, infectando así las semillas y apareciendo cuando se produzca la germinación.
- Podredumbre blanca, que aparece por la acción del hongo Sclerotinia sclerotiorum, un hongo de suelo que puede atacar, tanto la parte aérea como la subterránea, mostrando en su evolución un micelio de color blanco con estructuras esféricas negras denominadas esclerocios. En la raíz genera una pudrición de tono oscuro bajo el micelio blanco. Tiene un rango de temperaturas más reducido que Alternaria (13 º – 25 º C), unido a humedades ambientales elevadas.
- Mildiu de la zanahoria, caracterizado por la aparición de manchas amarillentas en el haz de las hojas y un micelio fieltrado en el envés, cuyo responsable es el patógeno Plasmopara nivea.
- Podredumbre negra de las raíces, causada por Stemphylium radicinum, hongo que origina un moho de color oscuro, tono negruzco, en la parte superior de la raíz.
– Enfermedades bacterianas:
- Tizón bacteriano de la hoja, provocado por Xanthomonas hortorun, cuyo síntoma más visible es la clorosis de las hojas, que terminan muriendo. Temperaturas superiores a 25 º C, junto con una humedad relativa próxima a la saturación (98 %) facilitan la aparición de la enfermedad. Asimismo, puede transmitirse a través de las semillas y vivir en el suelo sobre restos de plantas.
- Podredumbre blanda de la raíz, siendo los patógenos responsables Erwinia carotovora y E. chrysanthemi, los cuales viven sobre los restos vegetales del suelo y penetran en las raíces a través de heridas. Los síntomas se caracterizan por la aparición de una podredumbre acuosa en la raíz que la desintegra totalmente. Las condiciones que resultan favorables para la aparición de la enfermedad son similares al patógeno anterior, siendo importante evitar causar heridas en las raíces.
- Patógenos menos conocidos
Como se ha comentado anteriormente, los síntomas más reconocidos en los cultivos de zanahoria suelen corresponder a enfermedades producidas por hongos y bacterias. Sin embargo, a veces las señales que reflejan un mal estado de la planta no tienen por qué ser debido a estos microorganismos fitopatógenos.
Estas muestras se deben, en ocasiones, a situaciones de estrés propiciadas por diversos factores como, por ejemplo, fertilización deficiente o desequilibrada, déficit o exceso de agua en el suelo, estrés climático (temperatura, humedad, radiación, etc.) y otros más.
No obstante, es importante señalar que existen otros causantes de enfermedades que, en ciertas situaciones, confunden los síntomas con carencias nutricionales (nitrógeno, magnesio o boro (Scaife y Turner, 1983), fisiopatías o enfermedades conocidas. Es el caso de los virus y/o los fitoplasmas. Entre los virus, los citados en bibliografía son (Jorda y Llacer, 1996):
- Virus del marchitamiento del haba (Broad bean wilt virus). Transmitido por Myzus persicae y Aphis craccivora.
- Virus del mosaico del pepino (Cucumber mosaic virus). Transmitido por Myzus persicae.
- Virus latente de la zanahoria (Carrot latent virus). Transmitido por Semiaphis heracle.
- Virus del mosaico de la zanahoria (Carrot mosaic virus).
- Virus del moteado de la zanahoria (Carrot mottle virus). Transmitido por Cavariella aegopodii.
- Virus de la hoja roja de la zanahoria (Carrot red leaf virus). Transmitido por Cavariella aegopodii.
- Virus de la hoja fina de la zanahoria (Carrot thin leaf virus). Transmitido por Myzus persicae y Cavariella aegopodii.
- Virus de la hoja amarilla de la zanahoria (Carrot yellow leaf virus). Transmitido por Semiaphis heracle.
- Virus de la mancha amarilla del apio (Celery yellow spot). Transmitido por Hyadaphis foeniculi.
Como puede observarse, los pulgones son los vectores mayoritarios de los virus que afectan a este cultivo, aunque también están presentes otros enemigos, como las psilas de las especies Bactericera trigonica, Cacopsylla pyri y Trioza nigricomis (Leclant et al., 1974; Avinent et al., 1997) que puede transmitir los fitoplasmas a las plantas, entre los que se pueden citar:
- Amarilleo del áster (Aster yellows) (Errampalli et al., 1991; Schneider et al., 1997; Tanne et al., 1997; Cazelles et al., 1999).
- Stolbur (Viczian et al., 1998).
Analizando lo anterior, se puede reflexionar que inciden una amplia gama de patógenos en la zanahoria, siendo descritos en la bibliografía, dentro del aspecto patológico de este cultivo, agentes fitopatógenos de etiología diversa, tal como fúngica, bacteriana y vírica, pero poca información referente a otros agentes como fitoplasmas.
A este respecto, hay que destacar el estudio realizado por Font et al. (1999), que detectaron diferentes síntomas “anómalos” en diversos cultivos de zanahoria, tanto en campo como en invernadero, tales como amarilleos, enrojecimientos y proliferación exagerada de las hojas, así como deformación de las raíces, reducción de su tamaño y envejecimiento prematuro de las mismas.
Para estos autores, la sintomatología observada en las zanahorias enfermas, según la bibliografía consultada, no correspondía con una infección fúngica o bacteriana, pero sí podría corresponder con una infección vírica y/o derivada de fitoplasmas. Por ello, llevaron a cabo una serie de análisis mediante la aplicación de la nested-PCR y el análisis RFLPs, encontrando la presencia de los citados fitoplasmas Stolbur y Aster yellows en las plantas analizadas.
Además, en las zanahorias estudiadas que mostraban dicha sintomatología anómala, se encontraban presentes pulgones de la especie Cavariella aegopodii, así como psilas de la especie Bactericera trigonica, siendo el número de psilas encontrado sobre las muestras muy superior al de pulgones.
Una vez descartada la posibilidad de una carencia nutricional en los cultivos, se centraron en la identificación del origen de la enfermedad entre virosis y/o fitoplasmosis, concluyendo que los síntomas estaban ocasionados por los fitoplasmas anteriormente mencionados, siendo la psila B. trigonica el vector de transmisión de esta enfermedad. Así pues, las enfermedades también son causadas por organismos menos conocidos, como pueden ser los fitoplasmas, en lugar de los más comunes, como son hongos, bacterias y virus.
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