
En los últimos años se han visto cambios impresionantes en mejora de la inocuidad alimentaria, mismos que han sido obligados por diversas situaciones, cambios que han sido para muchos agricultores oportunidades de mejora y compromiso con todos en el sector agrícola para llevar la agricultura mexicana a ser punta de lanza. Con el esfuerzo y dedicación de esta cadena productiva se han adquirido nuevas formas de trabajo.
Estos nuevos esquemas han cambiado la forma de trabajo del agricultor, para aquellos que lo vieron como una obligación comercial en su principio, hoy lo adaptan ya a procesos implementados, los cuales han llevado a consolidar agrícolas y sectores completos. Hay diversos temas de éxito, en donde productores y cultivos, se han unido y han dado un giro de 180 grados, como es el caso de aguacates, fresas, chía orgánica, y las hortalizas del norte y pacífico de nuestro país.
Sin duda alguna hay que identificar las necesidades del sector a las que se enfrenta, atacándolas inteligentemente y con un trabajo bien laborado, no hay necesidad de esperar a que el gobierno exija para así tomar acción, nuestro trabajo hacerlo con gusto de aprender y mejorar día a día, para así, generar buenos resultados.
El comercio y el consumidor cada día está preocupado por lo que se consume, y es responsabilidad del agricultor de poderles otorgar esa confianza. Dentro del sector de la papa, se puede apoyar con buenas prácticas agrícolas y de manufacturas que puedan ser implementadas para tener resultados óptimos, siguiendo los programas de inocuidad con el debido orden y compromiso de mejora. Ser responsables y adaptar todos los criterios en diversas formas de trabajo y no a una obligación que se imponga. Vienen más cambios para el 2017, tanto comerciales como legislativas, tal es el caso de TLCAN y FSMA, lo cual obliga al productor exportador a estar preparado.
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Aplicaciones de la biotecnología agraria
La biotecnología vegetal es una extensión de la tradición de modificar las plantas, con una diferencia muy importante: la biotecnología vegetal permite la transferencia de una mayor variedad de información genética de una manera más precisa y controlada.
Al contrario de la manera tradicional de modificar las plantas que incluía el cruce incontrolado de cientos o miles de genes, la biotecnología vegetal permite la transferencia selectiva de un gen o unos pocos genes deseables. Con su mayor precisión, esta técnica permite que los mejoradores puedan desarrollar variedades con caracteres específicos deseables y sin incorporar aquellos que no lo son.
Muchos de estos caracteres desarrollados en las nuevas variedades defienden a las plantas de insectos, enfermedades y malas hierbas que pueden devastar el cultivo. Otros incorporan mejoras de calidad, tales como frutas y legumbres más sabrosas; ventajas para su procesado (por ejemplo tomates con un contenido mayor de sólidos); y aumento del valor nutritivo (semillas oleaginosas que producen aceites con un contenido menor de grasas saturadas).
Estas mejoras en los cultivos pueden contribuir a producir una abundante y saludable oferta de alimentos y proteger nuestro medio ambiente para las futuras generaciones.
En la base de las nuevas biotecnologías desarrolladas están las técnicas de aislamiento de células, tejidos y órganos de plantas y el crecimiento de estos bajo condiciones controladas (in vitro). Existe un rango considerable de técnicas disponibles que varían ampliamente en sofisticación y en el tiempo necesario para producir resultados útiles.
El desarrollo más crucial para la biotecnología fue el descubrimiento de que una secuencia de DNA (gen) insertado en una bacteria induce la producción de la proteína adecuada. Esto amplió las posibilidades de la recombinación y la transferencia de genes, con implicaciones a largo plazo para la agricultura a través de la manipulación genética de microorganismos, plantas y animales.
APLICACIONES DE LA BIOTECNOLOGÍA AGRARIA
En el campo de la agricultura las aplicaciones de la biotecnología son innumerables. Algunas de las más importantes son:
Resistencia a herbicidas.
La resistencia a herbicidas se basa en la transferencia de genes de resistencia a partir de bacterias y algunas especies vegetales, como la petunia. Así se ha conseguido que plantas como la soja sean resistentes al glifosato, a glufosinato en la colza y bromoxinil en algodón.
Así con las variedades de soja, maíz, algodón o canola que las incorporan, el control de malas hierbas se simplifica para el agricultor y mejoran la compatibilidad medioambiental de su actividad, sustituyendo materias activas residuales. Otro aspecto muy importante de estas variedades es que suponen un incentivo para que los agricultores adopten técnicas de agricultura de conservación, donde se sustituyen parcial o totalmente las labores de preparación del suelo. Esta sustitución permite dejar sobre el suelo los rastrojos del cultivo anterior, evitando la erosión, conservando mejor la humedad del suelo y disminuyendo las emisiones de CO2 a la atmósfera. A largo plazo se consigue mejorar la estructura del suelo y aumentar la fertilidad del mismo.
El ejemplo más destacado se ha observado en EEUU y Argentina, donde las autorizaciones de variedades de soja, tolerantes a un herbicida no selectivo y de baja peligrosidad, han tenido una rápida aceptación (14 millones de has en 1999) que ha ido acompañada de un rápido crecimiento de la siembra directa y no laboreo en este cultivo.
Resistencia a plagas y enfermedades.
Gracias a la biotecnología ha sido posible obtener cultivos que se autoprotegen en base a la síntesis de proteínas u otras sustancias que tienen carácter insecticida. Este tipo de protección aporta una serie de ventajas muy importantes para el agricultor, consumidores y medio ambiente:
- Reducción del consumo de insecticidas para el control de plagas.
- Protección duradera y efectiva en las fases críticas del cultivo.
- Ahorro de energía en los procesos de fabricación de insecticidas, así como disminución del empleo de envases difícilmente degradables. En consecuencia, hay estimaciones de que en EEUU gracias a esta tecnología hay un ahorro anual de 1 millón de litros de insecticidas (National Center for Food and Agricultural Policy), que además requerirían un importante consumo de recursos naturales para su fabricación, distribución y aplicación
- Se aumentan las poblaciones de insectos beneficiosos.
- Se respetan las poblaciones de fauna terrestre.
Este tipo de resistencia se basa en la transferencia a plantas de genes codificadores de las proteínas Bt de la bacteria Bacillus thuringiensis, presente en casi todos los suelos del mundo, que confieren resistencia a insectos, en particular contra lepidópteros, coleópteros y dípteros. Hay que señalar que las proteínas Bt no son tóxicas para los otros organismos. La actividad insecticida de esta bacteria se conoce desde hace más de treinta años. La Bt es una exotoxina que produce la destrucción del tracto digestivo de casi todos los insectos ensayados.
Este gen formador de una toxina bacteriana con una intensa actividad contra insectos se ha incorporado a multitud de cultivos. Destacan variedades de algodón resistentes al gusano de la cápsula, variedades de patata resistentes al escarabajo y de maíz resistentes al taladro.
Los genes Bt son sin duda los más importantes pero se han descubierto otros en otras especies, a veces con efectos muy limitados (en judías silvestres a un gorgojo) y otras con un espectro más amplio de acción como los encontrados en el caupí o en la judía contra el gorgojo común de la judía.
Los casos más avanzados de plantas resistentes a enfermedades son los de resistencias a virus en tabaco, patata, tomate, pimiento, calabacín, soja, papaya, alfalfa y albaricoquero. Existen ensayos avanzados en campo para el control del virus del enrollado de la hoja de la patata, mosaicos de la soja, etc.
Mejora de las propiedades nutritivas y organolépticas.
El conocimiento del metabolismo de las plantas permite mejorar e introducir algunas características diferentes. En tomate, por ejemplo, se ha logrado mejorar la textura y la consistencia impidiendo el proceso de maduración, al incorporar un gen que inhibe la formación de pectinasa, enzima que se activa en el curso del envejecimiento del fruto y que produce una degradación de la pared celular y la pérdida de la consistencia del fruto.
En maíz se trabaja en aumentar el contenido en ácido oleico y en incrementar la producción del almidones específicos. En tabaco y soja, se ha conseguido aumentar el contenido en metionina, aminoácido esencial, mejorando así la calidad nutritiva de las especies. El gen transferido procede de una planta silvestre que es abundante en el Amazonas (Bertollatia excelsia) y que posee un alto contenido en éste y otros aminoácidos.
Resistencia a estrés abióticos.
Las bacterias Pseudomonas syringae y Erwinia herbicola, cuyos hábitat naturales son las plantas, son en gran parte responsables de los daños de las heladas y el frío en muchos vegetales, al facilitar la producción de cristales de hielo con una proteína que actúa como núcleo de cristalización. La separación del gen implicado permite obtener colonias de estas bacterias que, una vez inoculadas en grandes cantidades en la planta, le confieren una mayor resistencia a las bajas temperaturas.
En cualquier caso, la resistencia a condiciones adversas como frío, heladas, salinidad, etc., es muy difícil de conseguir vía biotecnología, ya que la genética de la resistencia suele ser poligenética, interviniendo múltiples factores.
Otras aplicaciones.
- En el campo de la horticultura se han obtenido variedades coloreadas imposibles de obtener por cruzamiento o hibridación, como el el caso de la rosa de color azul a partir de un gen de petunia y que es el responsable de la síntesis de delfinidinas (pigmento responsable del color azul). En clavel también se ha conseguido insertar genes que colorean esta planta de color violeta.
- También se ha conseguido mejorar la fijación de nitrógeno por parte de las bacterias fijadoras que viven en simbiosis con las leguminosas. Otra línea de trabajo es la transferencia a cereales de los genes de nitrificación de dichas bacterias, aunque es enormemente compleja al estar implicados muchísimos genes.
- En colza y tabaco, se ha logrado obtener plantas androestériles gracias a la introducción de un gen quimérico compuesto por dos partes: una que sólo se expresa en el tejido de la antera que rodea los granos de polen y otra que codifica la síntesis de una enzima que destruye el ARN en las células de dicho tejido. Este procedimiento permitirá la obtención de híbridos comerciales con mayor facilidad.
- En la industria auxiliar a la agricultura destaca la producción de plásticos biodegradables procedentes de plantas en las que se les ha introducido genes codificadores del poli-b-hidroxibutirato, una sal derivada del butírico. Cuando estos genes se expresan en plantas se sabe que de cada 100 gr de planta se puede obtener 1 gr. de plástico biodegradable.
- Producción de plantas transgénicas productoras de vacunas, como tétanos, malaria en plantas de banana, lechuga, mango, etc.
MECANISMOS QUE REGULAN LA APROBACIÓN Y SEGURIDAD DE LOS CULTIVOS MEJORADOS GENÉTICAMENTE.
La novedad de estos avances y las posibilidades que abren han hecho que las administraciones de todo el mundo articulen sus legislaciones bajo el criterio de precaución, que significa que cada una de estas mejoras debe ser evaluada “caso por caso”, y como si se tratara de un nuevo medicamento se autorice o rechace ante la más mínima duda sobre su seguridad. Así, las variedades actualmente autorizadas lo han hecho de acuerdo con las pautas recomendadas por comités de expertos como los de la FAO, Organización Mundial de la Salud y otras instituciones de reconocido prestigio.
En el periodo de aprobación, se evalúan tanto las características que corresponden a la mejora introducida (gen, proteína a la que da lugar, etc.) como el cultivo mejorado en sí (comportamiento agronómico, impacto sobre especies no objetivo, etc.) y tanto desde el punto de vista medioambiental, como en lo que respecta a su seguridad de uso para alimentación humana o para fabricación de piensos. Ninguna de estas evaluaciones es requerida para variedades que se hayan mejorado por otras técnicas, incluyendo aquellas en las que las técnicas son mucho más agresivas con el genoma de la planta e impredecibles en los resultados.
Podemos estar por tanto seguros de que hay una legislación estricta que vela para que ninguna de estas aplicaciones llegue a la fase comercial con posibles daños medioambientales o sanitarios que no compensen su utilidad, y la prueba fehaciente de que esto es así, es que tras cuatro años de comercialización, y cuando se suman millones de has sembradas con estas variedades, no ha habido ni un sólo incidente sanitario.

Las abejas y los tratamientos fitosanitarios en cítricos
Las flores así fecundadas dan lugar a frutos con mayor nivel de hormonas de maduración, más gruesos y con pedúnculos más resistentes. Además de los cítricos, las cosechas de algunos cultivos como almendro, manzano, peral, melocotonero, etc.; oleaginosas como girasol; hortícolas como melón, sandía, tomate y otros cultivos diversos, dependen de manera muy importante de la presencia de abejas, insectos polinizadores por excelencia.
En algunos casos, su presencia puede plantear ciertos problemas, como sucede con algunas variedades de naranjas sin semilla, tipo clementina, porque cuando son fecundadas por las abejas con polen de otras variedades, presentan semillas cuando habitualmente no las suelen tener, de manera que devalúan de forma importante la calidad de la cosecha y en muchos casos, su aptitud para ser comercializadas. En ocasiones, lo anterior se debe a un problema de establecimiento de plantaciones cruzadas o próximas, aunque en bastantes casos, el problema es causado por la acción de insectos polinizadores y de forma especial, por las abejas.
De todo lo dicho se deduce la estrecha colaboración que debe existir entre agricultores y apicultores, pues ambos se encuentran interesados en un proceso común. La protección adecuada de las abejas facilita la producción agrícola en cantidad y calidad en determinados casos, así como la producción de miel y otros productos derivados que permiten el desarrollo del sector apicultor.
Las aplicaciones de productos fitosanitarios sobre cultivos de cítricos en floración, susceptibles de ser visitados por las abejas, representan un grave peligro para las mismas y para otros insectos polinizadores. Las recomendaciones que habitualmente se hacen al respecto, unido a la ejecución de buenas prácticas agrícolas en los procesos de cultivo, siempre que sean adoptadas conjuntamente y al unísono por agricultores y apicultores, deberán tener como consecuencia la ausencia de problemas en campo entre ambos sectores y el beneficio mutuo en sus respectivas producciones.
A la hora de elegir los productos fitosanitarios que se van a utilizar, hay que tomar en cuenta su clasificación toxicológica para abejas, que aparece reflejada en las correspondientes etiquetas, así como las informaciones que se den sobre el tipo de aplicación y demás recomendaciones de uso, ya que ello es fundamental para evitar o minimizar los riesgos para las abejas. En beneficio de todos, es recomendable tener en cuenta las siguientes premisas:
Recomendaciones a seguir por los agricultores
- Durante la floración se evitará dentro de lo posible, realizar tratamientos al cultivo. Siempre que sea posible se esperará a que haya finalizado la floración (caída de pétalos) para efectuar tales intervenciones.
- La recomendación debe extenderse al control de la flora espontánea presente en el cultivo, por si en el momento de la aplicación estuviese en flor y fuese visitada asiduamente por las abejas, debiendo en tal caso, aplicar las mismas normas que para el cultivo.
- Solo en casos excepcionales de plagas o enfermedades que amenacen la cosecha, estará justificada la realización de tratamientos en floración, eligiéndose en tal caso, productos inocuos para las abejas, aplicándose siempre la dosis correcta y evitando mojar zonas del cultivo o del entorno que sean innecesarias.
- En la medida de lo posible deberán escogerse horas de poca actividad de las abejas para realizar el tratamiento, sea cual sea la peligrosidad del mismo para estas.
- En el caso de que las colmenas se hallen instaladas dentro la parcela a tratar o en lugares susceptibles de ser afectadas directamente por el tratamiento, se asegurará que son retiradas o protegidas adecuadamente mientras duran los tratamientos.
- En cualquier caso, los productos fitosanitarios solo podrán ser usados en los cultivos autorizados y a las dosis recomendadas en las etiquetas.
- Debe evitarse que otros cultivos, por su proximidad o por efectos de la deriva, queden contaminados por la aplicación y pudieran así perjudicar a las abejas. Esta precaución se tomará especialmente cuando la aplicación se esté realizando sobre cultivos que no se encuentran en floración y los vecinos sí.
- Los tratamientos a base de fitorreguladores y abonos foliares no son en principio tóxicos para las abejas, por lo que no hay inconveniente en su realización.
- Los tratamientos cerca de las zonas encharcadas deben vigilarse para evitar que puedan quedar contaminadas las aguas, pues suelen ser frecuentadas por las abejas en esta época.
Recomendaciones a seguir por los apicultores
- Es recomendable que los apicultores se pongan en contacto con los dueños de las parcelas de cultivo que se encuentran próximas a donde se van a ubicar las colmenas, indicándoles tal hecho y su disposición a tomar cualquier medida de protección de las mismas ante la eventualidad de una aplicación.
- Por los apicultores deberá tenerse en cuenta el amplio radio de acción de las abejas a la hora de instalar las colmenas en una zona, estableciendo los posibles puntos conflictivos que pueden surgir, tanto con cultivos como con personas, con el fin de evitar su instalación en tales zonas. Los agricultores y ciudadanos que se vean afectados por tales hechos, pueden denunciarlos a la autoridad competente para que medie en la retirada o alejamiento de los emplazamientos de colmenas, antes de que se creen conflictos.
- De manera muy especial, y a fin de evitar problemas por la acción directa de las abejas en variedades de cítricos sin semillas, es recomendable evitar la instalación de colmenas en zonas próximas a estos, sin la consulta y consentimiento previo del propietario de los mismos.
De la buena voluntad de todas las partes, depende la ausencia de incidentes y problemas al respecto.