02/04/2024

Revista InfoAgro México

Toda la agricultura, ahora en tus manos

Producción, superficie y rendimiento de la Alfalfa

Producción, superficie y rendimiento 

 

  1. Introducción
  1. Producción nacional
  1. Superficie cosechada
  1. Rendimiento del cultivo

 

  1. Introducción

 

La producción nacional de alfalfa viene experimentando en los últimos años un crecimiento progresivo, situándose en la actualidad en torno a los 35 millones de toneladas anuales, alcanzando su valor máximo en 2022, al superar la cifra de 37 millones de toneladas. Hay que destacar que la cosecha de alfalfa se produce de manera ininterrumpida a lo largo del año, siendo mayor en el periodo abril – septiembre. 

 

En cuanto a la superficie de cultivo, ésta ronda las 400 mil hectáreas, aunque mostrando un comportamiento más irregular en los años anteriores, mientras el rendimiento de cultivo generado ofrece un valor aproximado a 90 toneladas por hectáreas, marcando una línea de tendencia general que puede considerarse creciente. 

 

  1. Producción nacional

 

El cultivo de la alfalfa (Medicago sativa) constituye uno de los principales forrajes en la actividad ganadera del país, tanto por los grandes volúmenes que aporta como por su excelente calidad nutricional (Castro,1993). 

 

Datos correspondientes a 2020, según SIAP, estiman un valor de producción que supera los 37 millones de toneladas, generados en una superficie de cosecha de casi 400 mil hectáreas, lo que supone un rendimiento de cultivo superior a 93 toneladas por hectárea. Las cifras productivas se tradujeron en los siguientes datos económicos: 702.60 $ por tonelada y más de 26 mil millones de pesos. 

 

La figura 1 muestra la producción nacional de alfalfa en el intervalo 2013 – 2022, considerando cultivos cíclicos + perennes, en modalidad de riego + temporal. De este modo, se puede observar la evolución del volumen anual de alfalfa cosechada en el país en dicha década. 

Figura 1. Evolución de la producción nacional de alfalfa (t) en el periodo 2013 – 2022. Fuente: SIAP.  

 

En la serie histórica representada, se aprecia claramente un incremento constante e ininterrumpido desde el año 2013, cuya producción fue superior a 31 millones de toneladas (concretamente 31,270,804 t) hasta 2017, con un volumen anual cercano a los 34 millones de toneladas (33,785,861 t), lo que supone un crecimiento productivo del 8 %. 

 

El año siguiente, es decir 2018, se produjo un leve descenso, al cosechar 33,711,846 toneladas, volviendo a experimentar un aumento interanual en 2019 y 2020, con cifras respectivas de 34,705,759 y 34,819,287 t. 

 

En 2021 se produjo un nuevo descenso productivo al registrar un volumen anual superior a 34.5 millones de toneladas (34,586,537 t). Sin embargo, el dato más elevado del periodo analizado se dio en el año 2022, superando los 37 millones de toneladas, concretamente 37,326,934 t. 

 

De este modo, se puede destacar que el valor promedio en estos diez años representados ha sido de casi 34 millones de toneladas anuales, con un incremento entre 2013 y 2022 del 51.3 %, lo que supone un aumento de alfalfa cosechada superior a la mitad anual. Sin duda, unos valores de crecimiento muy positivos. 

 

Por tanto, se puede afirmar que, salvo dos pequeños descensos (en 2018 y 2021) con respecto al año anterior, la tendencia interanual debe considerarse en aumento constante. Otro aspecto a destacar es que la producción no se interrumpe a lo largo de todo el año, como así se muestra en la figura 2, con porcentajes moderadamente repartidos. 

Figura 2. Distribución mensual (%) de la producción de alfalfa. Fuente: SIAP – SAGARPA.  

 

El periodo comprendido entre abril y septiembre es el que acumula la mayor producción de alfalfa, con un valor mensual promedio del 11.3 % y total del 67.7 %, representando en estos meses más de dos tercios de la producción de todo el año. Por su parte, en los periodos iniciales y finales del año, se experimenta una cierta disminución en la cuota de participación. 

  

En lo que respecta a las principales entidades productoras del país, datos de SIAP referentes a 2020, apuntan al estado de Hidalgo como el principal productor de alfalfa en México, con más de 4.5 millones de toneladas (18.9 % del total), seguido por Guanajuato con algo más de 3.8 millones de toneladas (16.0 %) y Durango, con más de 2.8 millones (11.9%), representando estas 3 entidades el 46.8 %, es decir, casi la mitad de la producción nacional. Sin embargo, en el valor de la producción, Chihuahua es el líder, con 5,267 millones de pesos (26.1 %), seguido por Guanajuato, con 2,648 millones (13.1 %) y Durango con 1,838 millones (9.1 %). 

 

  1. Superficie cosechada

 

Los cultivos de alfalfa se encuentran distribuidos en las áreas templadas, áridas y semiáridas de México, principalmente bajo condiciones de riego. 

 

Analizando la evolución de la superficie nacional de alfalfa en el periodo 2013 – 2022, se ha producido una tendencia de aumentos y descensos de hectáreas (fig. 3), con un valor promedio de 388,560 hectáreas y un máximo en 2022, de casi 400 mil (398,096 ha). 

 

Entre 2013 y 2015, la superficie cosechada se vio reducida, descendiendo por debajo de las 385 mil ha en 2015. El año siguiente volvió a disminuir para aumentar de forma consecutiva durante tres años, hasta 2020, con 392,183 hectáreas. 

 

Figura 3. Evolución de la superficie cosechada de alfalfa (ha) en el periodo 2013 – 2022. Fuente: SIAP.

 

Los estados federativos que presentan las mayores superficies de cultivo, según SIAP, son Chihuahua (90,182 ha), Guanajuato (44,877 ha) e Hidalgo (43,996 ha), representando de manera respectiva el 23.0, el 11.4 y el 11.2 % del total nacional y, de manera conjunta, el 45.6 %. 

 

  1. Rendimiento del cultivo

 

Como ya es sabido, este parámetro relaciona la producción de un cultivo con la superficie del mismo o, dicho de otra forma, la capacidad de producir que posee una determinada superficie. Los datos registrados por SIAP en el cultivo de la alfalfa a nivel nacional reflejan un valor promedio de 86.82 toneladas por hectárea en el intervalo de diez años comprendido entre 2013 y 2022. 

 

En dicha serie histórica (fig. 4) se puede observar que el rendimiento de alfalfa en 2013 fue de 80.71 t/ha, aumentando de manera consecutiva por cuatro años más, hasta 2017, año que se alcanzó la cifra de 87.70 t/ha, lo que supone un incremento del 8.6 %. 

 

El año siguiente (2018) se produjo una mínima reducción, de solamente 0.4 t/ha, para aumentar en 2019 hasta 89.24 t/ha, aunque los dos años siguientes (2020 y 2021) se registraron dos disminuciones consecutivas del rendimiento. Es 2022 el año en el que se experimentó un notable incremento, superando la cifra de 90 t/ha, situándose en 93.76, el valor más alto de la serie, igual que ocurrió en el caso de la producción, ya que son dos variables directamente proporcionales. 

 

Figura 4. Evolución del rendimiento de alfalfa (t/ha) en el periodo 2013 – 2022. Fuente: SIAP.

Finalmente, debe destacarse el gran salto sufrido entre 2013 y 2022, al pasar de 80.71 t/ha a 93.76, que se traduce en un 16.2 %, casi una quinta parte más en diez años. Además, si se compara el rendimiento de la alfalfa obtenido en 2022 con el valor promedio de este intervalo de tiempo (86.82 t/ha), se aprecia que se supera dicho valor en 7 t/ha, que resulta significativo.  

 

En lo que respecta al rendimiento de las principales regiones productoras del país, San Luis Potosí encabeza este ranking, con 123.9 t/ha, seguido de Hidalgo (103.1 t/ha) y Aguascalientes (94.8 t/ha), superando estas tres entidades el rendimiento medio a nivel nacional.