02/04/2024

Revista InfoAgro México

Toda la agricultura, ahora en tus manos

Pudriciones fúngicas de la piña

Pudriciones fúngicas de la piña

1. Introducción

2. Phytophthora parasitica

3. Phytophthora cinnamomi

4. Phytophthora nicotianae

5. Medidas de control

1. Introducción

La producción de piña supone una notable importancia económica en las zonas tropicales y subtropicales del mundo. En el continente americano son Costa Rica, Brasil, México y Colombia los principales productores de esta fruta. Sin embargo, las plantaciones de piña, a nivel mundial, sufren una enfermedad devastadora, que está ampliamente diseminada y que ha sido considerada, históricamente, la más importante de este cultivo. El responsable es un hongo del género Phytophthora que, según la zona de la planta que ataca y los síntomas mostrados, puede incluir varias especies. Las zonas del cultivo más comúnmente afectadas son las hojas, tallos, raíces y frutos, estando implicadas principalmente las especies: Phytophthora parasitica, Phytophthora cinnamomi y Phytophthora nicotianae. Estas tres especies suponen un serio peligro para las plantaciones piñeras, por lo que las medidas de control deben ser lo más eficaces posibles.

2. Phytophthora parasitica

Esta especie provoca pudrición de raíz, hojas y tallos, generalmente. Suele afectar a las plantas que se encuentran en etapas de aceleración de su crecimiento, especialmente, en los primeros meses.  García y Rodríguez (2017), concretan en este sentido que dicha sensibilidad a la enfermedad se produce entre los 45 y 60 días, y a los 5 – 7 meses después de la siembra.

La presencia de P. parasitica ha sido reportada en Costa Rica (Monge, 2018), cuya incidencia se presenta en focos o parches, también en zonas donde la plantación sufre situaciones más adversas o hay más tránsito de maquinaria o de personal. Asimismo, este hongo es favorecido por una humedad elevada y es transportado por el agua libre, ya sea mediante escorrentía o por salpicaduras. Por esto, presenta una mayor incidencia en temporadas lluviosas y, más aún, en días calurosos.

En cuanto a los síntomas provocados por la enfermedad, la infestación suele comenzar por el corazón de la roseta, atacando también a la raíz, sobre todo, en etapas tempranas de desarrollo, que se desprende al intentar sacar la planta, siendo necrótica y no funcional (García y Rodríguez, 2017).

Posteriormente, se observa una clorosis progresiva y rápida en el follaje, hasta que mueren las puntas de las hojas apicales. Las hojas del centro se desprenden fácilmente de la planta y se aprecia un halo necrótico (círculo negro de 1 a 2 pulgadas), además de una pudrición pardusca con un fuerte olor a descomposición (Monge, 2018).

Los frutos no suelen verse afectados por esta especie. En las ocasiones que lo ha hecho se observa una necrosis basal progresiva, con la fruta momificada que, al partirla, presenta un halo necrótico (García y Rodríguez, 2017).

3. Phytophthora cinnamomi

Causa la enfermedad conocida como “pudrición de los frutos”. Tiene una mayor incidencia, sobre todo, después del forzamiento, especialmente cuando ocurre apertura floral. También se ha reportado en plantaciones ya desarrolladas.

Los síntomas en la parte aérea se presentan como una clorosis de avance lento, hasta que mueren las puntas de las hojas apicales. No se produce un desprendimiento fácil de las hojas ni un olor tan fuerte a descomposición, como sucede con P. parasitica. En el tallo, al realizar un corte de manera longitudinal, se observa un tejido blanco, duro, momificado y rodeado de un halo necrótico (Monge, 2018).

Los frutos se ven afectados por la presencia de un tejido blando, necrótico, momificado y suave al tacto. Generalmente, los síntomas se inician de forma basal, pero también pueden presentarse apicalmente, en cuyo caso las hojas de la corona se desprenden con facilidad. Además, cuando se presenta el micelio blanco que cubre la fruta, debido a una alta humedad, es un signo característico para el diagnóstico de la enfermedad (García y Rodríguez, 2017).

En lo que respecta a su presencia y dispersión, este hongo puede sobrevivir en la materia orgánica, en los rastrojos y en los hijos. Necesita de una elevada humedad para que sus esporas germinen y puedan ser transportadas (por agua, aire y vectores). Además, puede aparecer en las plantaciones, tanto en épocas secas como lluviosas (García y Rodríguez, 2017).

4. Phytophthora nicotianae

Causa la “pudrición del cogollo” de la piña, la cual ha causado graves pérdidas económicas en países productores como Australia, Hawái, Filipinas, Sudáfrica y Tailandia (Coppens et al., 1997). Existen algunas discrepancias sobre el agente causal de la enfermedad, mientras que Rebolledo et al. (2011) mencionan que el responsable es Erwinia chrysanthemi, los autores Espinosa y Adam (1972), señalan a Phytophthora nicotianae.

A este respecto, Espinosa et al. (2014), identificaron la presencia de Phytophthora nicotianae en algunas regiones productoras de Veracruz, donde esta enfermedad tiene una alta incidencia. Los resultados de pudrición del cogollo, in vivo e in vitro, mostraron unos síntomas similares a los observados en

los campos de cultivo, loscuales se inician con lesiones acuosas en la base de las hojas (tejido sin clorofila), que se tornan a un verde más claro (clorosis), las puntas de éstas se necrosan y en las hojas centrales se observa la pudrición, con  una coloración café tenue en el centro de la roseta y la presencia del micelio de Phytophthora, desarrollando un olor fétido característico, confirmando así lo descrito por Espinosa y Adam (1972) en México y por Joy y Sindhu (2012) en India.

Probablemente, se debe a la obstrucción física del sistema vascular, causado por el crecimiento de hifas y a la penetración de otros organismos secundarios, como hongos y bacterias, aumentando la formación de gomas, que se originan por la oxidación y acumulación de los residuos de la degradación celular, como sucede en plantas ornamentales (Arévalo-Galarza, 2012; Agrios, 2005).

Después de la inoculación y la formación de zoosporas, éstas son atraídas a la zona de elongación y diferenciación de la raíz, donde forman quistes, invadiendo a las raíces secundarias y no a las puntas (Galiana et al., 2005; Attard et al., 2010).

Finalmente, la mayor incidencia de pudrición del cogollo de la piña se ha observado en la temporada de lluvia, con temperaturas comprendidas entre 24 º y 26 º C, unida a una humedad relativa del 90 – 100 %. Como ya es sabido, la alta humedad relativa induce el desarrollo de las enfermedades causadas por Phytophthora sp. en el cultivo de piña (Duniway, 1983).

5. Medidas de control

Las medidas de lucha contra esta enfermedad deben enfocarse a la reducción, en la medida de lo posible, de la humedad ambiental y en el suelo, ya que es el factor principal para su aparición. Por tanto, algunas de las acciones que pueden ayudar a reducir su incidencia son (García y Rodríguez, 2017; Monge, 2018):

  • Seleccionar zonas de cultivo con baja humedad.
  • Preparar adecuadamente el terreno, efectuando un buen trazado de drenajes para evacuar los excesos de humedad.
  • Seleccionar material libre de enfermedades y curar la semilla por inmersión con fungicidas antes de la siembra. También se pueden tratar después de la siembra.
  • Realizar un proceso de resiembra con semilla de mayor tamaño si aparecen plantas afectadas en los primeros treinta días.
  • Evitar lesiones en hojas, tallos y raíces, con el fin de impedir la entrada del hongo a la planta.
  • Utilizar, en caso necesario, productos fungicidas e inductores de resistencia, que proporcionan defensas a la planta.

Como se ha podido comprobar, el hongo Phytophthora sp., a través de varias especies, supone un serio peligro para las plantaciones de piña de México y de los países productores de todo el mundo. Por ello, es preciso prestar atención a las condiciones ambientales, principalmente una humedad relativa elevada, al manejo del cultivo (riego, fertilización, heridas, etc.), presencia de material infectado y otros más.